El duque Felipe de Edimburgo, marido de la Reina Isabel II de Inglaterra, ha muerto este viernes a los 99 años, según ha comunicado la Casa Real británica, en el que han señalado que "su alteza real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor". Cumpliría 100 años en junio.
"Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. La Familia Real se une a personas de todo el mundo para lamentar su pérdida", añade la publicación. Hay que recordar que en los últimos meses ha estado hospitalizado en varias ocasiones.
It is with deep sorrow that Her Majesty The Queen has announced the death of her beloved husband, His Royal Highness The Prince Philip, Duke of Edinburgh.
— The Royal Family (@RoyalFamily) April 9, 2021
His Royal Highness passed away peacefully this morning at Windsor Castle. pic.twitter.com/XOIDQqlFPn
Si bien fue a menudo criticado por su comportamiento y, a veces, por sus comentarios bruscos, sus amigos dijeron que, como el confidente más cercano de la reina Isabel II, aportó ingenio, inteligencia impaciente y energía incansable a la monarquía.
El príncipe Felipe se casó con Isabel en 1947, cinco años antes de que ella se convirtiera en reina. Ahora era, con diferencia, el consorte más longevo de todos los monarcas británicos. Fue oficial de la marina, conocido por su humor y sus modales a veces bruscos. La pareja tuvo cuatro hijos: Carlos, Príncipe de Gales (nacido en 1948), Princesa Ana, (1950), Príncipe Andrés (1960) y Príncipe Eduardo (1964), tres de cuyos matrimonios terminaron en divorcio.
Se retiró de los compromisos oficiales en agosto de 2017 después de completar más de 22.000 eventos en solitario y miles más junto a la Reina, por lo que últimamente era raro verle en alguna aparición pública.
A pesar de los rumores sobre su infidelidad, la pareja permaneció unida y en la vejez claramente disfrutaron de un afecto y respeto mutuos. Celebraron su 70 aniversario de bodas en noviembre de 2017. Sin embargo, Felipe, el hijo del exiliado príncipe Andrés de Grecia, descendiente de la tatarabuela de Isabel, la reina Victoria, y prima tercera de su esposa, nunca se ganó el corazón de todos los británicos.