El presidente del PP-A y candidato a la Presidencia de la Junta, Juanma Moreno, ha prometido un gobierno de cambio en la Comunidad y ha criticado a quienes intentan "desestabilizar" el nuevo gobierno antes incluso de que se conforme, "fomentando la crispación y la división social", en relación a la concentración feminista convocada a las puertas del Parlamento, a la que se han sumado dirigentes de PSOE-A y Adelante Andalucía.
"El nuevo Gobierno de cambio obliga al diálogo sin cordones sanitarios", ha dicho durante su discurso en la primera sesión del debate de investidura que se celebra este martes y miércoles ante el Pleno de la Cámara andaluza. Moreno ha advertido de que fomentar la crispación y la división social, "aparte de una grave irresponsabilidad va en contra de los principios de libertad y concordia consagrados en la Constitución".
"La calle es la calle, hoy no es día de manifestación sino de alegría y de manifestación democrática", ha señalado después de apuntar que afronta esta nueva etapa "con mucha responsabilidad", pues es muy importante para Andalucía "y para casi los nueve millones de españoles que vivimos en el sur de España". "Este cambio es histórico", ha remachado.
El dirigente 'popular', que ha considerado "natural" que haya resistencia en todo proceso de cambio, ha destacado que, en este caso "es la de aquellos que temen perder la posición cómoda que han ostentado durante casi cuatro décadas, incapaces de concitar una mayoría alternativa a la que me propongo liderar", el clara referencia al PSOE, que llevaba gobernando 36 años en la región de manera ininterrumpida. De hecho, este es el primer debate de investidura en Andalucía en el que el candidato a presidir la Junta no es un socialista.
Asimismo, Moreno ha dicho que esperaba de aquellos grupos a los que durante esta legislatura les toca estar en la oposición, "si no cortesía, al menos el respeto institucional, el mismo que mi grupo y yo les hemos dispensado estos años".
ELIMINARÁ DE INMEDIATO EL IMPUESTO DE SUCESIONES
En su discurso, el candidato a la presidencia ha aprovechado también para anunciar que eliminará "de inmediato" el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Andalucía, al tiempo que ha asegurado que no tiene "varitas mágicas" para acabar con el desempleo en esta comunidad, pero sí "reformas, ideas y esfuerzo", y el convencimiento de que "el desempleo no es una maldición insuperable" para la región.
Ha afirmado también que su Gobierno estará "libre de cualquier rémora" y será completamente autónomo para actuar. Y al mismo tiempo, será "intransigente" con la corrupción que tanto "daño" ha hecho a la administración autonómica durante los gobiernos socialistas y de la que los andaluces se sienten "avergonzados". Su idea es trabajar "sin descanso contra los tópicos y las etiquetas" al tiempo que defiende "los intereses de los andaluces en una España unida, sólida y solidaria" en la que Andalucía no sea "moneda de cambio".