- La Delegación del Gobierno cifra la concurrencia en 350.000 personas
El ya tradicional baile de cifras que sucede a cada manifestación de la Diada ha dado pie a que desde Moncloa se haya minimizado el impacto de la concentración humana que ha pedido el voto en el referéndum del 1-O. Con la consulta suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), aproximadamente un millón de personas, según cifras de la Guardia Urbana, desbordó las calles de Barcelona por sexto año consecutivo. Sin embargo la Delegación del Gobierno ha cifrado en 350.000 los asistentes.
La reacción del Estado llegaba el lunes por la noche. “Ha sido la manifestación más numerosa de los últimos años”, han valorado fuentes del ejecutivo consultadas por el diario ‘Ara’. Según las mismas fuentes, la disminución de la protesta se debe a que los catalanes “no quieren ser la coartada del referéndum ilegal”.
Los catalanes “no quieren ser la coartada del referéndum ilegal”
Nadie quiere entrar en una guerra de cifras, pero es cierto que los mejores números distan mucho de los 1,5 y 1,8 millones de personas que se congregaron en los años anteriores a 2015.
Para el Estado, la representación de la sociedad catalana no está en las calles, sino en el Parlament, donde se demostró la semana pasada como la mayoría independentista aplastaba a la oposición. Para el Estado, también se “pisaron los derechos de Cataluña”.