- Pedro Sánchez será quien tome la palabra a continuación para exponer el programa de su hipotético Ejecutivo
- Los grupos irán fijando posición de menor a mayor, acabando con el PP, y los diputados votarán al candidato uno por uno y de viva voz
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, abrirá este jueves en el Congreso de los Diputados el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy, el segundo de esta legislatura y el más incierto de los cuatro que se han celebrado en la reciente historia democrática.
A las nueve la mañana, Ábalos subirá a la tribuna de oradores, en representación de los 84 diputados del PSOE que suscribieron la moción, para explicar las razones que han llevado a su grupo parlamentario a presentar la censura a Rajoy. Su tiempo de intervención no está tasado, por lo que su discurso puede alargarlo tanto como quiera.
LOS PROMOTORES NO TIENEN LÍMITE DE TIEMPO
Tampoco tiene límite de tiempo el secretario general y aspirante a La Moncloa, Pedro Sánchez, quien será el que tome la palabra a continuación para exponer el programa político de su hipotético Ejecutivo.
El Gobierno, que puede intervenir en cualquier momento del debate, podría intervenir después del discurso de Ábalos, como ocurrió en las tres mociones de censura precedentes, o bien al término del discurso de Sánchez. Eso sí, el interpelado por el Ejecutivo, sea Ábalos o Sánchez, tendrá derecho a responder.
En 1980 fue el ministro de la Presidencia, Rafael Arias Salgado, de Unión de Centro Democrático (UCD), quien intervino para replicar al socialista Alfonso Guerra al presentar la candidatura de Felipe González. Siete años después, en la moción de Alianza Popular contra el PSOE, volvió a actuar Guerra, esta vez como vicepresidente de Felipe González para combatir la propuesta alternativa de Antonio Hernández Mancha.
Hace sólo un año, en la moción de Podemos, fue el propio Mariano Rajoy quien debatió contra Irene Montero y contra Pablo Iglesias, un esquema que podría repetir este jueves, o bien dejar paso a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría frente a Ábalos.
RECESO ANTES DEL TURNO DE LOS GRUPOS
Después de ese debate entre el Gobierno y los defensores de la moción de censura, que todos los grupos auguran bronco, habrá un receso que decidirá la Presidencia de la Cámara. A continuación será el turno de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, que tomarán la palabra de menor a mayor, es decir, comenzará el Grupo Mixto, al que seguirá el PNV, ERC, Ciudadanos, Unidos Podemos, el PSOE y el PP.
Cada uno de los grupos contará con una intervención inicial de treinta minutos y de diez minutos de réplica, y se da por hecho que el aspirante les irá contestando uno por uno. En el caso del Mixto, el tiempo deberá dividirse entre los siete partidos que lo conforman (PDeCAT, Compromís, Bildu, UPN, CC, Foro y Nueva Canarias). En nombre de los independentistas catalanes hablará su portavoz, Carles Campuzano, y Joan Baldoví representará a Compromís.
Tras el Grupo Mixto participará el portavoz del PNV, Aitor Esteban, cuya posición es clave para el futuro de la moción; Esquerra Republicana, con Joan Tardà, y Ciudadanos, representado por Albert Rivera, que en función del desarrollo del debate podría intervenir el jueves por la noche o ya el viernes por la mañana.
Al igual que el Mixto, el grupo confederal de Unidos Podemos también tendrá que dividirse el viernes el tiempo entre su presidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias, y sus socios y confluencias --Lucía Martín (En Comú), Alberto Garzón (IU) y Miguel Anxo Fernán-Vello (En Marea)--.
Por parte del PSOE intervendrá la portavoz parlamentaria, Margarita Robles, y en nombre del PP será Rafael Hernando el encargado de fijar la postura del partido. También en esta parte del debate podrá intervenir cualquiera de los miembros del Gobierno, pero la última palabra, en todo caso, corresponde al candidato que se examina, en este caso Sánchez.
NECESITA 176 VOTOS
Una vez debatida la moción, se procederá a su votación, que será pública y por llamamiento, es decir, cada diputado deberá anunciar de viva voz el sentido de su voto, y para que salga adelante, el candidato necesita reunir la mayoría absoluta de la Cámara: 176 votos.
De momento, el PSOE sólo tiene asegurado el apoyo de Unidos Podemos (67 diputados), el de Compromís (4 diputados) y el representante de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, lo que suma 156 diputados, por lo que todo depende de la posición que adopten ERC y PDeCAT, y singularmente del PNV, por lo que todo está en el aire.
Y es que tanto el PP como Ciudadanos han avanzado que no respaldarán al líder socialista, a los que se unirán los dos diputados de UPN y el de Foro Asturias, ambos socios electorales de los 'populares' en Navarra y Asturias, y la diputada de CC, Ana Oramas.
Las tres mociones de censura anteriores, la de 1980, la de 1987 y la de 2017 fueron rechazadas. En concreto, en 1980, Felipe González logró el respaldo de 152 diputados, frente al rechazo de 168 y la abstención de otros 21 -en la sesión se registraron 11 ausencias-. Siete años después, en 1987, sólo 66 diputados votaron a favor del candidato Antonio Hernández-Mancha, frente a los 195 que lo hicieron en contra y los 71 que se abstuvieron.