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La canciller alemana, Angela MerkelWolfgang Kumm/dpa

La canciller alemana, Angela Merkel, quiere hacerse con el control de la pandemia y por ello el Gobierno federal solicitará al Parlamento competencias de carácter transitorio para imponer un confinamiento en todo el país. La intención es introducir cambios en la ley nacional de control de infecciones, lo que otorgaría a Berlín un poder más centralizado para fijar medidas radicales para frenar el avance del Covid-19.

Los cambios propuestos, criticados por algunos estados, podrían otorgar a Merkel el poder de imponer toques de queda nocturnos y cerrar escuelas en áreas con altas tasas de infección. Actualmente, las medidas contra el coronavirus se deciden en consulta con Berlín y, en teoría, las implementan los estados federales. Sin embargo, en muchos casos, los líderes regionales no han implementado las medidas de cierre que acordaron con Merkel.

Según el proyecto de ley presentado al Gabinete el martes, se introducirá un "freno de emergencia" obligatorio en todo el país si el número de nuevos contagios por cada 100.000 residentes en un distrito o ciudad supera los 100 durante tres días consecutivos en una semana.

Esta medida incluye toques de queda entre las 9 de la noche y las 5 de la mañana, así como la limitación de las reuniones privadas a las personas que comparten hogar más otra distinta. Se exigirá también el cierre de todos los comercios, excepto los esenciales, y se prohibirá la apertura de instalaciones culturales y recreativas como teatros, museos y zoológicos. Además, los colegios tendrán que retomar la enseñanza a distancia si la incidencia del virus supera los 200 por 100.000 durante tres días consecutivos.

El proyecto de ley debe ser aprobado ahora por las cámaras baja y alta del Parlamento. La modificación de la ley sólo se aplicará hasta el 30 de junio.

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