• Los expertos consideran poco factible el acercamiento entre Gobierno y Generalitat
  • Otra solución que empieza a coger forma es la de una moción de censura contra Rajoy
Cataluna-Ciudad

El día ha llegado. A pesar de que el Tribunal Constitucional lo había declarado ilegal, la Generalitat decidió mantener el referéndum sobre la independencia de Cataluña. La tensión ha ido en aumento en las últimas semanas y ahora todos esperan a ver cómo acaba esta crisis política. Pueden pasar muchas cosas, y dependiendo de ello, ir hacia uno u otro escenario. Esto es lo que se puede esperar tras el 1-O.

El rumbo que puede tomar la situación varía dependiendo de hasta dónde estén dispuestos a llegar tanto la Generalitat como el Gobierno de Mariano Rajoy

Lo dicen todos los expertos. Incertidumbre y tensión, mucha tensión. Eso es lo que primará no sólo este lunes, sino también durante los próximos días, tras lo ocurrido este domingo en Cataluña. Las dudas han rodeado todo el proceso puesto en marcha por el Govern que preside Carles Puigdemont y ahora, el día después, no podría ocurrir de otra forma.

Desde hoy se abre un nuevo momento, y el rumbo que puede tomar la situación varía dependiendo de hasta dónde estén dispuestos a llegar tanto la Generalitat como el Gobierno de Mariano Rajoy en la defensa de sus propias posiciones. Nada está claro, pero son varios los escenarios que se pueden dar en los próximos días. En concreto, tres: que haya una declaración unilateral de independencia (DUI), que se convoquen elecciones anticipadas en Cataluña, o que se inicie un periodo de negociación entre el Estado y la región.

Lo que está claro es que, pase lo que pase, nada va a seguir igual que hasta ahora. Como dice Ignacio Martín Grandos, politólogo y miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), “tras el órdago de la Generalitat las cosas no pueden seguir igual”.

En estos escenarios las consecuencias serían diferentes, por lo que conviene explicar al detalle lo que pasaría en cada uno de ellos.

SI HAY DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA

“Los independentistas dibujaron una hoja de ruta para proclamar la independencia en las 48 horas posteriores al resultado positivo del referéndum”, recuerda Eduardo Bayón, politólogo y editor de Debate21, que dice que si esa declaración se produce “carecería de reconocimiento internacional”, como viene advirtiendo el Gobierno de Rajoy.

En concreto, los organizadores han señalado que considerarían que el resultado de la votación sería positivo si hay una participación superior a la del referéndum del 9-N, es decir, más de un 37% del censo. Aunque Bayón afirma que el referéndum ha sido “concebido como una movilización social” por los organizadores y que aunque “una baja participación le restaría legitimidad”, en ningún momento el Ejecutivo catalán “fijó una participación mínima”. Con un agravante: como no ha existido un censo oficial, los datos son cuestionables.

No obstante, si hay DUI las cosas no quedarían tal cual. “Probablemente, ante este escenario, el Estado aplicaría el artículo 155 de la Constitución, suspendiendo la autonomía para retomar el control” de Cataluña, afirma Ismael Sánchez Cañavate, consultor de comunicación en Asesores de Comunicación Pública. El PP tiene mayoría absoluta en el Senado, lo que según este experto “le permite aplicar el artículo constitucional para tomar el control del territorio”, aunque considera que “sólo lo aplicará en un escenario en el que pueda conseguir rédito político”.

Según Martín Granados, el asunto es que los catalanes “no van a poder irse, independientemente de que voten 'sí'”, por mucho que lo haya prometido tanto Puigdemont como el resto de sus consejeros. Pero alerta también de que ni el presidente de la Generalitat, ni el vicepresidente, Oriol Junqueras, ni ningún consejero, ni siquiera la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, temen “quemarse”, por lo que pueden hacer un “sacrificio” para acabar convirtiéndose en “mártires” de la causa, y eso, dice el experto, es peligroso.

Una posición con la que coincide Sánchez Cañavate. “Sería una circunstancia por medio de la cual el relato de independencia tendría ya a su héroe reconocible. Con un mártir como héroe los políticos catalanes comenzarían a hablar con más contundencia de la existencia de presos políticos y el relato de liberación del pueblo catalán conseguiría ser más hegemónico”, asegura este politólogo.

FRACASO Y CONVOCATORIA DE ELECCIONES

El otro escenario que se puede plantear es el de una convocatoria adelantada de elecciones. Puede ocurrir que, tras el 1-O, no se cumpla la hoja de ruta marcada por la CUP, los socios de Puigdemont en el Govern. Los anticapitalistas han puesto la independencia por delante de todo, y si no hay DUI puede haber una ruptura del Ejecutivo catalán y una nueva llamada a las urnas. La última cita, adelantada, fue el 27 de septiembre de 2015.

"Si no se produce la declaración de independencia, la salida política será convocar elecciones anticipadas"

“Si no se produce la escenificación de la declaración de independencia, que tense más la situación, a la espera de una respuesta desmedida del Estado que alimente el relato del independentismo, la salida política del gobierno de Cataluña será convocar elecciones anticipadas, con todos los riesgos que conllevaría para el PDeCat, al que las encuestas sitúan fuera del gobierno”, incide Bayón, que ni siquiera descarta una huelga general que buscase “parar Cataluña durante días”, algo que la CUP ha puesto sobre la mesa.

En este caso, opina Sánchez Cañavate, en Cataluña se hablaría de “boicot” por parte del Estado y puede que, como nueva estrategia, se plantease “otro futuro referéndum”. “Probablemente el Gobierno catalán echaría toda la culpa al Estado y a sus maniobras”, dice.

NEGOCIACIÓN GOBIERNO-GENERALITAT

El tercer escenario tras el 1-O sería el de la negociación. Algo que ninguno de los expertos consultados ve demasiado factible, sobre todo teniendo en cuenta la escalada de la tensión de las últimas semanas y lo alejado de las posiciones del Gobierno y la Generalitat. Aunque está ahí y puede producirse.

Puede haber una ronda de negociaciones “para pactar un nuevo modelo fiscal (siguiendo el modelo del cupo vasco)”, dice Sánchez Cañavate, que recuerda que esta “sería una solución que se tendría que alcanzar en el medio o largo plazo, ya que el referéndum de autodeterminación es el tema que está ahora en boga”. Sin embargo, el propio Ministerio de Economía negó el viernes que se hubiese producido una oferta en ese sentido por parte del titular de la cartera, Luis de Guindos.

Este politólogo cree que también podría haber una ronda de negociaciones “para pactar un referéndum con garantías suficientes”, aunque señala que es un escenario “bastante inverosímil”.

Por su parte, Bayón afirma que ante la incapacidad de ambas partes de alcanzar una solución, y teniendo en cuenta que hay “una amplia mayoría social que sí está a favor de que tenga lugar una votación”, hay que optar por una tercera vía. El Ejecutivo central debe dejar a un lado el “inmovilismo” del que viene haciendo gala hasta ahora y la Generalitat olvidarse de “la ruptura territorial como camino a seguir”.

En su opinión, esta tercera vía pasaría por articular un sistema federal que diese más autonomía a la vez que se desarrollan las reformas profundas y necesarias a escala estatal. “Es precisamente esta vía la que contendría una revisión profunda de la Constitución que tuviese que ser votada en referéndum, y que recompusiese los consensos quebrados en los que Cataluña también era parte”, dice Bayón.

Martín Granados, no obstante, cree que en estos últimos meses “se han polarizado tanto los actores y las decisiones que negociar algo va a ser muy difícil”. “Va a ser muy difícil restablecer las relaciones”, porque todo lo que ha ocurrido “no se va a olvidar y va a ser un lastre para que las aguas vuelvan a su cauce”, remarca el experto, que cree que “pasarán muchos años” y tendrán que producirse muchas cesiones por ambas partes para lograr cierta normalización.

¿Y SI HAY UNA MOCIÓN DE CENSURA CONTRA RAJOY?

En estos últimos meses "se han polarizado tanto los actores y las decisiones que negociar va a ser muy difícil"

En los últimos días se ha hablado de otro escenario, aunque esto ya no depende de las dos partes directamente implicadas en el conflicto catalán. Sánchez Cañavate señala que “el clima de opinión está muy polarizado y da la impresión de que, pase lo que pase, el incremento de tensión entre los territorios es inevitable”, pero ni el PP ni Ciudadanos son partidos de “darle la vuelta al modelo del 78” ni de reconocer “el problema territorial de España”.

Por ello, señala, algunos hablan de una posible moción de censura al Gobierno de Rajoy para afrontar esta problemática “desde un Gobierno del PSOE con Podemos y los nacionalistas”. “Desde la óptica del Gobierno de Cataluña, estos actores políticos (especialmente Podemos) están más sensibilizados con sus propuestas y piensan que tienen más capacidad para afrontar una solución al problema territorial que tiene España”, remarca.

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