- Tan solo con la abstención de los socialistas, el líder popular podría ser investido en esta segunda votación
- Por tanto, el panorama no cambia tras la decisión de Ciudadanos: Rajoy sigue necesitando a Sánchez
El actual presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, parece haber dado un paso más para poder ser reelegido en el cargo tras las elecciones del pasado 26 de junio, tras la decisión comunicada por Ciudadanos este miércoles: se abstendrán en una segunda votación de investidura del líder popular. Sin embargo, la pelota sigue estando en el tejado del PSOE, puesto que esta abstención de la formación naranja no alcanzaría para poder hacer a Rajoy presidente.
El mensaje claro que manda Rivera al PSOE es "que en vez de bloquear el país, nos pongamos a trabajar"
Tras la reunión de la ejecutiva de Ciudadanos, Rivera ha anunciado en rueda de prensa que su partido votará 'no' en la primera votación de investidura de Mariano Rajoy y se abstendrá en la segunda. "No nos gusta repetir elecciones cada seis meses", ha asegurado el líder del partido naranja, que ha invitado al PSOE y a su secretario general, Pedro Sánchez, a hacer lo mismo para permitir que el país "se ponga en marcha". El mensaje claro que manda Rivera al PSOE es "que en vez de bloquear el país, nos pongamos a trabajar".
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EL PSOE SIGUE SIENDO IMPRESCINDIBLE
Las cuentas son cada vez más concisas: en la primera votación de investidura, Mariano Rajoy no será reelegido, puesto que se necesita una mayoría de 176 escaños y esto solo se conseguiría si PSOE o Unidos Podemos dicen 'sí', algo a todas luces imposible vistas las posturas de los partidos.
Las matemáticas no engañan: con la abstención de Ciudadanos serían 137 votos a favor frente a 181 en contra
Es en una segunda votación donde el presidente en funciones tendría alguna posibilidad de ser elegido, puesto que con una mayoría simple bastaría (más votos a favor que en contra). La anunciada abstención de Ciudadanos parece ser un paso adelante, pero los 32 escaños de Rivera son insuficientes si todas las demás formaciones dan un 'no' a Rajoy. Las matemáticas no engañan: serían tan solo 137 votos a favor (sin contar con el posible apoyo de Coalición Canaria) frente a 181 votos en contra. La posición de Ciudadanos es por tanto una medida de presión simbólica al PSOE para que siga su camino.
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No obstante, si al final el partido liderado por Pedro Sánchez decidiera abstenerse en una segunda votación, las cuentas sí saldrían al PP, ya que contaría con sus 137 diputados a favor y tan solo 96 en contra. De hecho, si la formación liderada por Pedro Sánchez optara por esta vía, no sería necesaria la abstención de Ciudadanos y podría incluso votar en contra. Otra fórmula sería el 'sí' de Rivera, que evidentemente y con los datos en la mesa sería indiferente si el PSOE se abstiene, pero que iría directamente ligada a una mayor presión al candidato socialista, apelando a su "sentido de Estado". El Gobierno pasa entonces, ineludiblemente, por las manos del Partido Socialista
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