- Desde estas entidades abren la puerta a la investidura de un presidente o presidenta
- Ante la reunión de este jueves, Junts Pel Sí y la CUP permanecen inmovilistas
- la CUP vería con buenos ojos la figura de Neus Munté al frente del Gobierno
El movimiento independentista está presionando a la CUP y Junts Pel Sí para conseguir un acuerdo que impida que se celebren nuevas elecciones en Cataluña en los próximos meses. Las diferentes entidades creen que unos nuevos comicios serían un retroceso y abren la puerta a un presidente/a.
Tal y como informa el diario ABC, la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, principalmente, están entre las entidades que han impulsado el proceso. Y es que, desde allí, se es consciente de que las elecciones de marzo pueden significar un retroceso para los partidos secesionistas. Los mismos que consiguieron mayoría absoluta de escaños en los comicios de septiembre, pero que han sido incapaces de ponerse de acuerdo para investir a un presidente.
Convocar nuevas elecciones sería un retroceso para los partidos secesionistas
Este jueves, Junts Pel Sí, la CUP y las entidades se han citado en el Parlament para seguir negociando, aunque parece que las esperanzas de un acuerdo para formar Gobierno son escasas.
En este contexto, según informa ABC, las entidades se han sumado, aunque no de manera explícita, al bando de quienes exigen que Artur Mas de paso a un presidente alternativo que pueda ser aceptado por la CUP. De esta forma se conseguiría un acuerdo y no se repetirían los comicios en un par de meses.
PUERTA ABIERTA A PRESIDENTE/A
Por su parte, los presidentes de la ANC, Jordi Sánchez, y de Òmnium, Jordi Cuixart, ya señalaban el pasado martes que reclamaban un acuerdo pero sin "exigir condiciones", esto es, sin imponer la figura de Mas como sí está haciendo Junts Pel Sí.
Sin embargo, el pasado martes, la ANC hacía pública una nota exigiendo a los 72 diputados independentistas que continuaran negociando para conseguir un "acuerdo definitivo que permita la investidura de un presidente". El miércoles, en una nota en la que la entidad convocaba concentraciones para llegar a un acuerdo, el abanico de posibilidades se abría y se apuntaba a un "presidente/a".
La CUP vería con buenos ojos a Neus Munté, vicepresidenta en funciones de la Generalitat
Esta anotación puede no ser casual después de que se conociera el nombre de Neus Munté, vicepresidenta en funciones de la Generalitat, como una posible figura de consenso. La CUP ya habría señalado que les satisface esta posibilidad.
TIEMPO PARA LA RECTIFICACIÓN
En cualquier caso, como apuntan desde ABC, es significativo el cambio de tono de la ANC y de Òmnium con respecto a su primera reacción el pasado domingo tras conocerse que el partido antisistema rechazaba la investidura de Mas. En ese momento, Jordi Sánchez incluso llegó a pedir perdón públicamente por el hecho de que la entidad durante la campaña llegase a recomendar el voto para cualquier partido independentista. La presidenta del Parlament y ex líder de la ANC, Carme Forcadell, rectificó en la misma línea "Siempre pensé que al final la CUP ayudaría a hacer realidad el mandato democrático del 27S. No ha sido así. Me equivoqué, y mucho".
Pese a la presión de estas entidades, parece muy improbable que se consiga el acuerdo. A la reunión de este jueves Junts Pel Sí y la CUP acuden sin haber modificado su postura expresada en los días anteriores. El propio presidente Artur Mas ya avisó que por "dignidad" no proseguiría la "subasta de pescado" con la CUP, mientras que el partido anticapitalista no solo denunció el tono "insultante" de Mas, sino que volvió a exigir su retirada.
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