- El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, alcanzaron un consenso sobre las prioridades del divorcio entre ambas partes
- A raíz de ello, el banco inglés publicó un informe titulado 'Un poco de dulce para todos, problemas para más adelante'
El pasado viernes se dio un paso más en las negociaciones para acordar las condiciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) tras el anuncio del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, sobre un consenso respecto las prioridades de este divorcio. Sin embargo, el banco británico Barclays cree que ambas partes se han asentado en "en el mínimo común denominador para permitir que las conversaciones continúen" y pasen a la segunda fase.
En un informe titulado 'Un poco de dulce para todos, problemas para más adelante', el banco británico asegura que la "mayoría de los detalles" para la implementación del Brexit están "todavía sin resolver".
Y es que, tal y como recogió la entidad en un informe anterior, hasta ahora había tres asuntos que podrían hacer descarrilar las conversaciones entre Reino Unido y la Unión Europea (UE): los derechos de los ciudadanos británicos y europeos, el acuerdo financiero (o 'factura' del Brexit) y la frontera irlandesa (entre Irlanda, que forma parte de la UE, e Irlanda del Norte).
Con respecto la 'factura', es donde parece que más se ha avanzado, ya que las primeras estimaciones indican que los británicos tendrán que pagar entre 35.000 y 39.000 millones de libras tras abandonar el bloque comunitario. Además, a finales de noviembre saltó la noticia a los medios de que ambas partes habían llegado a un acuerdo preliminar al respecto. En cambio, Barclays indica que "los detalles o los acuerdos no son del todo conocidos y las estimaciones fluctúan según la fuente".
Barclays afirma que las conversaciones con respecto a la frontera irlandesa está en "aguas turbulentas"
En lo que se refiere a los derechos de los ciudadanos británicos en el resto de la Unión Europea, y viceversa, aún hay asuntos pendientes. El principal, según recoge la entidad inglesa, es el papel del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE): si sus decisiones seguirán formando parte de la jurisdicción británica o no. Y si, además, estas afectarán a los ciudadanos de la UE que residan en las islas británicas.
Por otro lado, Barclays afirma que las conversaciones con respecto a la frontera irlandesa está en "aguas turbulentas" ya que se está dando a cada parte lo que esperaba: a Irlanda, "el reconocimiento de que su situación específica requiere soluciones específicas y que Brexit no conducirá a fronteras difíciles"; y al Partido Unionista Democrático (DUP), "el compromiso de evitar las barreras entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido", tal y como se recoge en el informe.
SEGUNDA FASE
A pesar de ello, el banco británico prevé que tras el acuerdo entre May y Juncker del pasado viernes, Michel Barnier, el negociador jefe de la UE para el Brexit, recomendará a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete (Consejo Europeo), que se reunirán este jueves y viernes (14 y 15 de diciembre), que pasen a la segunda fase de las negociaciones con el Reino Unido y preparen el camino para las conversaciones sobre la relación a largo plazo entre ambas partes.
Eso sí, tal y como destacó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, "la fase 2 de las negociaciones podría ser incluso más compleja que la fase 1" debido al alcance y los aspectos técnicos de las mismas. A pesar de ello, Barclays cree que de esta segunda parte de las negociaciones surgirá probablemente "un acuerdo igualmente vago", ya que el período de transición permitirá tomar decisiones duras e implementarlas en una etapa posterior. "Finalmente esperamos que la fase 2 también llegue a un acuerdo y que el Brexit, ya sea duro o blando, se mantenga ordenado", asegura la entidad.
MINIMIZAR COSTES
Es más, el banco ve con buenos ojos que Tusk haya convocado a los Vientisiete para que debatan sobre la transición. Sus analistas creen que "es un avance positivo, ya que podría permitir una reducción de la incertidumbre para las empresas, incluso si el resultado más probable de estas discusiones es que el 'status quo' se mantenga durante uno o dos años más".
"Permitir que el Brexit se desarrolle durante un periodo más prolongado contribuye a minimizar la interrupción así como los costes económicos totales al permitir que las empresas se ajusten de una manera más eficiente", indica la entidad en su informe. Esto supondría que dichos costes para la economía británica se extenderán más en el tiempo, en lugar de concentrarse en un corto plazo.
Eso sí, como Barclays prevé que Reino Unido acabe abandonando el mercado único, matiza que el hecho de que los ajustes en el ámbito empresarial aún están pendientes, no descartan que se den "algunas fricciones" en el camino y, por tanto, continúan "siendo cautelosos".
"Si las empresas comenzaran a trasladar la capacidad y el personal al continente, el derrame negativo sobre la confianza de los hogares y la creación de empleo en la economía en general podría conducir a una recesión cíclica", asegura el banco. Y, en consecuencia, recomienda un control "continuo de la evolución del mercado laboral, así como la vigilancia sobre cualquier signo temprano de efectos de confianza negativos".