La sombra de los 'Años de Plomo' sobrevuela las elecciones italianas

Atado de pies y manos y golpeado hasta la inconsciencia. Así relataban los testigos el suceso ocurrido el pasado 20 de febrero, cuando Massimiliano Ursino, líder de la formación neofascista 'Forza Nuova', fue asaltado por encapuchados y apalizado en una de las calles cercanas a la sede del partido. El juez de instrucción de Palermo, Roberto Riggio, desestimó las acusaciones de asesinato de dos de los detenidos, por su incapacidad de asegurar intenciones homicidas, aunque mantendrá imposiciones cautelares sobre ellos, inhabilitando su permiso de residencia en la ciudad y obligando a los acusados a informar a la policía de su situación tres veces por semana, según apunta 'La Repubblica'.

Atado de pies y manos y golpeado hasta la inconsciencia, así relataban los hechos testigos del asalto a Massimiliano Ursino, líder de 'Forza Nuova' en Palermo

"Ciertamente es muy complicado que el juez pueda entrar en la mente humana y demostrar una actitud o intención homicida en los acusados", apuntaba Carlo Mancuso, abogado defensor de Ursino. Ambos acusados formarían parte del centro social 'Anomalia', encargado de promover iniciativas y movilizaciones antifascistas en el país, así como los otros cuatro investigados a los que la Fiscalía estaría siguiendo.

Apenas un día después, un hombre era apuñalado en la ciudad de Perugia, capital de la región central de Umbría, mientras pegaba carteles a favor del pequeño partido de izquierdas 'Potere al Popolo' o Poder al Pueblo. Esa misma noche, un comunicado de 'CasaPound', movimiento político de extrema derecha, aseguraba que los hechos se reducían a militantes de su partido defendiéndose de un primer ataque por parte de la víctima. "Las cámaras mostrarán la verdad", aseguraba el líder del grupo, Antonio Ribecco.

Las manifestaciones y las convocatorias se han intensificado durante los últimos días ante la proximidad de la decisión del electorado, aunque el resultado aún continúa siendo una incógnita.

LA COALICIÓN ES LA ÚNICA VÍA POSIBLE

El auge de partidos de derecha como la 'Liga Norte' o 'Hermanos de Italia' los últimos años hace presagiar un duro combate entre el 'bloque ultra' y el partido 'anti-todo' de Luigi Di Maio, 'Cinco Estrellas'. El partido amarillo se mantiene en las encuestas como ganador de las elecciones a pesar de su cuestionable gestión en la alcaldía de Roma, con casos de corrupción y manipulación, aunque, pese obtener la mayoría de votos, la nueva ley electoral del pasado octubre hace casi imposible su presencia en el gobierno.

Esta ley impulsada por el 'Partido Democrático' (PD), actual ganador, obliga a cualquier formación a obtener mínimo el 40% de los votos para formar gobierno, algo que en Italia se antoja prácticamente imposible sin la formación de coaliciones. Y es aquí donde entran en juego los partidos de derechas.

El 31% de la población italiana afirma que la inmigración es el principal problema del país

Con un discurso xenófobo y antieuropeo, la formación dirigida por Matteo Salvini, la 'Liga Norte', continúa escalando posiciones, con un 31% de la población italiana afirmando que la inmigración es el principal problema del país y con un 71% asegurando que el número de inmigrantes es excesivo. Su unión con partidos de similares características como 'Hermanos de Italia', e incluso el partido de Silvio Berlusconi, 'Forza Italia', quien a pesar de estar inhabilitado para ostentar un cargo público, se encuentra promoviendo su propia campaña, bajo un mensaje menos extremo, que según los expertos le favorecerá en los resultados.

Por su parte, el 'Partido Democrático' carecería de opciones ante esta coalición de derechas, con un improbable acuerdo con el movimiento antisistema de 'Cinco Estrellas'. Por otro lado, la unión de 'Forza Italia' y el PD aseguraría una mayor estabilidad en el clima político italiano, evitando la entrega del poder al 'bloque ultra'. Una opción por la que aboga la propia Unión Europea (UE), que observa inquieta discursos contrarios a ella, en lo que es la tercera economía actual del bloque. La política inmigratoria y la relación con Europa son por lo tanto los principales puntos de discordia entre ambos bandos en Italia.

VENGANZA POR EL ASESINATO DE PAMELA MASTROPIETRO

El cuerpo descuartizado de una joven italiana de 18 años, Pamela Mastropietro, a manos de un traficante nigeriano a principios de este mes ha servido como principal hilo conductor de Salvini para continuar alimentando su discurso racista y aumentar sus apoyos. El líder de la 'Liga Norte' acusó directamente al PD por su gestión permisiva de la inmigración los últimos años. Asimismo, apenas dos días más tarde, un ex militante de la agrupación era detenido tras un tiroteo en la ciudad de Macerata, por disparar contra seis inmigrantes africanos, para posteriormente hacer el saludo fascista y gritar "larga vida a Italia" al ser detenido. En cualquier caso, los hechos no parecen haber perjudicado al partido de Salvini, que afrontará el fin de semana como cuarto clasificado en las encuestas.

Un ex militante de 'Liga Norte' detenido tras disparar a seis personas de origen africano, dos días después del asesinato de Pamela Mastropietro

Por último, la pasada semana, el monumento a la muerte de un policía durante el secuestro del ex primer ministro Aldo Moro, por parte de las Brigadas Rojas en 1978, amaneció repleto de esvásticas y con un mensaje claro: "Muerte a la policía".

Todos estos sucesos han puesto en alerta tanto a autoridades como a la ciudadanía, quienes recuerdan no hace mucho años de horror durante la década de los 70 y 80, en lo que se conoció como 'años de plomo', con asesinatos, atentados y secuestros al orden del día.