- Parece haber optado por no hablar de Albert Rivera y los suyos
- En su lugar, prefiere centrarse en Pedro Sánchez, al que ‘ataca’ sin cesar
Mariano Rajoy ha iniciado la campaña electoral poniendo toda la carne en el asador. Su intención es revalidar el cargo de presidente del Gobierno, y quizá por ello ha iniciado la carrera hacia el 20D de una forma tan ‘agresiva’: multiplicando sus apariciones públicas y atacando al que, en todo caso, considera como su rival a batir: el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
Es habitual ver a Rajoy arremeter contra los socialistas, recordando la ‘herencia recibida’ y poniendo en tela de juicio todas sus promesas electorales
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Lejos quedan ya los días en los que el PP cargaba contra Ciudadanos y su líder, Albert Rivera. Esta estrategia no dio los frutos deseados -hay que recordar que la formación naranja supo sacar partido de la polémica intervención del portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Hernando, llamando ‘naranjito’ a Rivera- y eso que por entonces el partido no cosechaba tan buenos datos en las encuestas.
Ahora Rajoy ha dado un giro de 180º y prefiere no hablar ni de Rivera ni de su partido, que se perfila cada vez más como decisivo en las elecciones ya que en sus manos pueden estar tanto el PP como el PSOE. El presidente del Gobierno ha optado por centrarse en sí mismo -no en vano ha dicho que su principal rival en las elecciones generales es él- y, en caso de tener que hablar de otros candidatos, hacerlo únicamente del líder socialista.
Y mientras tanto, sigue con su política de presencia en los medios, acudiendo a multitud de actos y a entrevistas, como las que ha concedido esta misma semana a TVE y la Cadena Ser. Para Rajoy ya ha empezado la campaña, aunque oficialmente no ocurra hasta el 4 de diciembre, y así de claro ha quedado desde que el lunes firmase el decreto de convocatoria en un Consejo de Ministros extraordinario.
EL PSOE EN EL PUNTO DE MIRA
En todas sus apariciones el líder del PP tiene claro cuál es el ‘leitmotiv’ a seguir: hablar de los logros del Gobierno en los últimos cuatro años, poniendo el acento en la salida de la crisis, y que si hay que poner a alguien en la diana ese tiene que ser Pedro Sánchez.
De esta forma, es habitual ver a Rajoy arremeter contra los socialistas, recordando la ‘herencia recibida’ y poniendo en tela de juicio todas sus promesas electorales, desde la derogación de la reforma laboral hasta sus planes para modificar la Constitución.
Ciudadanos y Albert Rivera brillan por su ausencia en las intervenciones del jefe del Ejecutivo, sabedor de que la formación naranja puede ser la llave para ocupar cuatro años más el Palacio de La Moncloa.
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EL DESAFÍO CATALÁN
No obstante, Rajoy ha tenido que ‘compartir’ en su discurso los ataques al PSOE con el desafío independentista que esta semana han planteado Junts pel Sí y la CUP en el Parlament catalán, donde han presentado una propuesta para iniciar el proceso de ruptura con España.
El presidente del Gobierno ha dado máxima prioridad al desafío independentista planteado por Junts pel Sí y la CUP
El presidente del Gobierno ha dado máxima prioridad a este asunto, hasta el punto de poner en marcha la maquinaria del Estado para tratar de frenar las aspiraciones soberanistas y de iniciar una ronda de contactos inaudita.
Empezó reuniéndose con Pedro Sánchez en La Moncloa este miércoles, y el viernes hizo lo propio con Albert Rivera y Pablo Iglesias. Con todos ellos ha conversado sobre el problema que se ha planteado en Cataluña y sobre la necesidad de fijar un bloque común contra las ansias independentistas que buscan ‘romper’ España.
También se reunió con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el viernes por la tarde, y ya ha fijado nuevos encuentros para la semana que viene. El martes se reunirá con el líder de UPyD, Andrés Herzog, y con el de Unió, Josep Antoni Duran.
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