- Los republicanos apuestan por Roger Torrent como candidato a la presidencia de la Mesa tras la renuncia de Forcadell y la negativa de Ernest Maragall
- El PP, abierto a que los Comuns presidan la cámara
- Los comunes insisten en que no apoyarán al candidato de Ciudadanos
Mientras la sesión de investidura de finales de mes acapara toda la atención, los grupos parlamentarios han corrido una contrarreloj este martes para ultimar los trámites de constitución de la Cámara catalana, fijada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para el 17 de enero a las 11:00 horas. Tan a prisa que no ha sido hasta última hora que se ha anunciado un nombre entre las filas independentistas para la presidencia de la Mesa, casi al final de una jornada en que las reuniones y los pactos 'in extremis' han marcado la tónica a las puertas de que arranque la XII Legislatura en Catalunya.
Los partidos soberanistas tienen claro que la sesión de investidura prevista para el 31 de enero se desarrollará de una u otra manera según se materialicen las mayorías parlamentarias en el máximo órgano de decisión del Parlament. Con la cuestión de cómo participarán los diputados ubicados en Bruselas en el aire, una de las primeras decisiones que se tomarán en la sesión será si los parlamentarios que permanecen en prisión preventiva Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sánchez, podrán ejercer su voto de forma delegada, tal como sugirió el Tribunal Supremo.
JURA DE ACTA Y LA MESA DE EDAD
Pero antes, todos los diputados electos recogerán su acta y jurarán su cargo. Tanto los tres que permanecen en Estremera y Soto del Real como los cinco que están en Bélgica, el expresidente Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comí, Clara Ponsatí, Lluis Puig y Meritxell Serret, podrán designar un delegado que asuma el trámite en su nombre.
La sesión de investidura prevista para el 31 de enero se desarrollará de una u otra manera según se materialicen las mayorías parlamentarias en el máximo órgano de decisión del Parlament
De momento, todos ellos se han acreditado como diputados. Puigdemont ha prometido "por imperativo legal" la Constitución además del Estatut y se ha comprometido a actuar con plena fidelidad a la voluntad del pueblo de Catalunya, para acceder a su acta de diputado.
Según han explicado fuentes de la candidatura, la mayoría de electos de JuntsxCat han recurrido a la promesa por imperativo legal, incluido el exconseller Josep Rull, pero no han usado esta fórmula del imperativo legal ni Sànchez, Forn, Ponsatí, Puig ni Jordi Turull. Recientes informaciones apuntan a que no han pedido delegación del voto para esta sesión.
De vuelta a la sesión constitutiva, será la llamada Mesa de Edad -formada por el diputado de mayor edad y los dos más jóvenes-, que se formará al inicio de la sesión, quien deberá autorizar el voto delegado de los diputados en prisión. El representante mayor, Ernest Maragall, presidirá la sesión y los dos jóvenes, Gerard Gómez del Moral y Rut Ribas, serán los secretarios. Reciben en todo momento el asesoramiento de dos letrados. Ha querido la casualidad que los tres pertenezcan a las filas republicanas. Maragall abrirá la sesión y leerá el nombre de los candidatos a presidir el Parlament.
En la sesión del miércoles, los nuevos diputados electos ocuparán escaños provisionales: 36 serán de Ciudadanos, 34 de Junts per Catalunya (JxCAT), 32 de ERC, 17 del PSC, 8 de Catalunya en Comù- Podem, 4 de la CUP y 4 del PP. La Mesa del Parlament y la Junta de Portavoces decidirán la ubicación definitiva de los diputados en la Cámara antes de finales de mes.
Hasta entonces, los populares que preside Xavier García Albiol tienen tiempo para negociar con Ciudadanos la cesión de un escaño y alcanzar así los cinco necesarios para formar grupo propio. De lo contrario, el PP dejará de percibir hasta un millón de euros en concepto de pluses y subvenciones.
CONSTITUCIÓN DE LA MESA DEL PARLAMENT
Una vez abordadas estas cuestiones, se procederá a la votación de los miembros de la Mesa, el órgano rector de la Cámara durante la legislatura y en cuyas espaldas recaerá permitir o no que se celebre la investidura telemática del candidato de Junts per Catalunya.
Por ahora, los letrados del Parlament ya han emitido un informe en el que se oponen a esta opción e insisten en que el candidato debe comparecer de forma presencial en la sesión. No obstante, este texto no tiene carácter vinculante.
Pero antes, los diputados celebrarán tres votaciones con urna este miércoles para elegir al presidente de la Cámara, a los dos vicepresidentes y a los cuatro secretarios de la Mesa. Con cinco diputados de Junts per Catalunya ausentes, la presidencia de la Mesa y de la Cámara estará muy reñida y puede acabar en empate.
En principio habrá dos candidatos. Uno de ERC, el alcalde de Sarrià de Ter (Girona), Roger Torrent, que se ha anunciado a última hora después de la negativa de Ernest Maragall a reemplazar a la también diputada de ERC Carme Forcadell en este cargo. "Si obtengo la confianza mayoritaria de la cámara, será un honor suceder en el cargo a Carme Forcadell, que ha defendido como nadie esta institución, y trabajaré para estar a su altura", ha declarado el que también fuera diputado en la pasada legislatura en un comunicado de ERC. Además, ha añadido que su primer objetivo será "volver a poner la institución al servicio de la ciudadanía y no de las fuerzas del 155, y materializar el mandato democrático surgido de las urnas el pasado 21 de diciembre".
Con cinco diputados de Junts per Catalunya ausentes, la presidencia de la Mesa y de la Cámara estará muy reñida y puede acabar en empate
El otro candidato será el diputado de Ciudadanos, José María Espejo-Saavedra, además, la líder de la formación, Inés Arrimadas ha anunciado que propondrán que Joan Garcia sea el segundo miembro de la formación en la Mesa del Parlament. No obstante, su designación no tiene visos de prosperar porque Catalunya Sí Que Es Pot ya ha insistido en que no piensa respaldar al aspirante de la formación naranja.
Con todo, los de Xavier Domènech pueden acabar optando a la presidencia si prospera la propuesta de García Albiol que pide a los partidos constitucionalistas que pacten un candidato de consenso para sumar a los comunes. Incluso se muestra dispuesto a que salga de las filas de la formación de izquierdas.
Sea quien sea, el ‘contendiente’ de las fuerzas constitucionalistas se las tendrá que ver con Torrent y, a no ser que se logre ‘in extremis’ que los ocho diputados de Catalunya en Comú apoyen al candidato de Ciudadanos, la presidencia del Parlament recaerá en los independentistas.
PROCESO DE VOTACIÓN
Y es que la aritmética parlamentaria manda. La votación se desarrolla en dos vueltas y en la segunda sólo se requiere mayoría simple, por lo que el candidato más votado obtiene el cargo. Las votaciones son secretas, por llamamiento por orden alfabético, y con papeleta: en ella cada diputado pone el nombre de su elegido. No es posible la abstención, aunque sí el voto en blanco o nulo.
Así, si la Mesa de Edad acepta la propuesta del Supremo y permite el voto delegado a los tres diputados soberanistas encarcelados, Junts per Catalunya, ERC y la CUP suman 65 escaños, frente a los 57 que acumulan Ciudadanos, PSC y PP. Queda claro que ninguno de los postulantes obtendrá los 68 votos necesarios para la mayoría absoluta en la primera vuelta.
Los números también ponen de relieve que en la segunda votación los independentistas vencen. A no ser que los comunes se unan al bloque constitucionalista ya sea porque presentan a su candidato o porque apoyan al de la formación liderada por Arrimadas. En tal caso, habría un empate a 65 escaños.
Ninguno de los postulantes obtendrá los 68 votos necesarios para la mayoría absoluta en la primera vuelta
Llegados a este punto, el Reglamento de la Cámara catalana estipula que si tras la primera votación nadie obtiene la mayoría absoluta, esta se repite pero si el empate persiste después de cuatro rondas, será elegido el candidato del grupo parlamentario con más diputados. Espejo-Saavedra sólo tiene opciones, entonces, si logran que los comunes cambien de opinión.
Resuelta la presidencia, se procede a las votaciones para los vicepresidentes. En esta ocasión, cada diputado escribe un nombre en su papeleta y serán elegidos, por orden correlativo, los dos con una mayoría de votos. En cuanto a los secretarios, el sistema se repite, pero en este caso resultarán vencedores los cuatro diputados con más votos.
SIGUIENTE CITA: LA SESIÓN DE INVESTIDURA
El flamante presidente de la Cámara tendrá que tomar su primera decisión de una legislatura que se presenta tan ardua como la anterior en el plazo de 10 días hábiles: proponer candidato a la Presidencia de la Generalitat tras reunirse con los miembros de las formaciones con representación en la Cámara. La fecha de esta sesión plenaria será el 31 de enero.
El candidato a ser investido president de la Generalitat de Cataluña debe explicar a la cámara su programa de gobierno y después de debatirlo, los diputados deberán votar a favor o en contra. Es donde reside, precisamente, el ‘quid’ de la cuestión y donde el máximo órgano parlamentario representa un rol fundamental ya que se opondrán a la propuesta soberanista o darán luz verde a la investidura telemática de Puigdemont y desoirán las recomendaciones de los juristas. En tal caso, la oposición y el Gobierno ya han anunciado que recurrirán la investidura.
En circunstancias normales, en esta primera votación, el candidato debe obtener una mayoría absoluta para convertirse en presidente. En caso de no obtener dicha mayoría, la votación podría repetirse al cabo de dos días, es decir, el 2 de febrero. En esta segunda votación, una mayoría simple sería suficiente para convertirse en el máximo representante del Govern catalán.
¿Y SI EL CONSTITUCIONAL SUSPENDE LA INVESTIDURA?
El proceso de investidura puede iniciarse tantas ocasiones como sea necesario. Sin embargo, si los distintos grupos políticos no se ponen de acuerdo en investir a un candidato, o si el Constitucional suspende la investidura, en el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura, se convocan elecciones de manera automática.
Las cortes quedarían disueltas el 1 de abril y los catalanes deberían volver a las urnas. Además, el 155 seguiría vigente, ya que el Senado aprobó que las medidas de este artículo fuesen "de aplicación hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno de la Generalitat".
Del mismo modo, el decreto de convocatoria lo firmaría el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque Soraya Sáenz de Santamaría asume las funciones de la Presidencia de la Generalitat, es Rajoy quien debe convocar nuevas elecciones entre 40 y 60 días después de la disolución de la cámara, según el Estatut catalán; o exactamente 54 días después, según la Ley Orgánica de Régimen Electoral General. Así pues, entre mayo y junio de 2018 podrían repetirse las elecciones autonómicas en Cataluña.