Menos de dos meses de plazo se ha dado el Gobierno de Pedro Sánchez para recabar los apoyos necesarios a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Una tarea que se antoja titánica ya que parte sólo con los votos de Podemos en el bolsillo y con el escollo casi infranqueable de un veto de los independentistas. PDeCAT y ERC no ofrecerán su respaldo a la ligera y, de hecho, insisten en imponer un alto precio: que se rebajen las peticiones de penas contra los líderes soberanistas y que tanto el PSC como los Comuns apoyen las cuentas del president de la Generalitat, Quim Torra.
Según ha informado el Ministerio de Hacienda, el ejecutivo de Pedro Sánchez espera que el Congreso apruebe los Presupuestos antes del puente de diciembre. Pero los partidos independentistas no dan, por ahora, su brazo a torcer en la cuestión de que el Gobierno influya en la Fiscalía para que retire los cargos contra los políticos presos. Es más, aspiran al sobreseimiento del caso, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
Pero especialmente el entorno de ERC es consciente de que el Ministerio Público no depende jerárquicamente de Moncloa. Por lo tanto, en las últimas horas han rebajado sus pretensiones y reclaman un gesto del Ejecutivo socialista “para que la Fiscalía reconozca la barbaridad de las penas de cárcel que se piden a los exdiputados catalanes presos”, según ha expresado el diputado del Congreso, Gabriel Rufián.
“En teoría el Gobierno, si quisiera, podría dirigirse a los fiscales para que no se interesen tanto en el caso”, explica el decano del Col·legi de Politòlegs, Jordi Pacheco i Canals. Además, prosigue el politólogo, “también tiene la potestad de ordenar a los abogados del Estado que se retiren del proceso”, una demanda que debería ser inmediatamente ejecutada por este cuerpo de letrados que sí responden ante Moncloa.
La situación para los socialistas es un claro ‘win-win’, ya que hagan lo que hagan saldrán ganando electoralmente
Por ahora, las apuestas se alinean en contra de que Sánchez recule ante los independentistas y Pacheco i Canals augura semanas del “juego del gallina, a ver quién cede antes”. El experto en política cree que la situación para los socialistas es un claro ‘win-win’, ya que hagan lo que hagan saldrán ganando. “Si logran el apoyo de los independentistas, las cuentas superarán el Congreso, lo que supone una victoria, aunque luego tengan que sortear otros obstáculos”, prosigue. De no ser así, “los Presupuestos les sirven de promesa electoral y, además, culparán a los independentistas del fracaso”, agrega. En este escenario, prorrogarán Presupuestos y arrancarán la campaña electoral de cara a una convocatoria en los próximos meses, concluye en politólogo.
LOS PRESUPUESTOS CATALANES
El Ejecutivo socialista ha dejado en manos del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, iniciar las negociaciones con el líder de ERC, Oriol Junqueras, por lo que le visitará este viernes en la cárcel de Lledoners. En cambio, desde el PDeCAT no esconden su desconcierto porque nadie se haya dirigido todavía a ellos para abordar esta cuestión. Sabedores de que llegará la negociación, más pronto que tarde, también cierran filas con la cuestión de los políticos presos, pero tienen otras reivindicaciones.
Además del juicio contra los secesionistas, entre las filas exconvergentes -especialmente entre los miembros del Govern de Quim Torra- se quiere incluir en las negociaciones los Presupuestos catalanes. Fuentes próximas al Ejecutivo autonómico no niegan que es una “carta que la Generalitat podría jugar”, ya que tras la pérdida de la mayoría soberanista en el Parlament, se necesitan los apoyos de los Comunes o del PSC”.
Fuentes parlamentarias descartan los votos del grupo liderado por Miquel Iceta. “Sus electores no entenderían que se alinearan con partidos que defienden la vía unilateral en Cataluña, por lo que el coste sería demasiado alto para el PSC y el PSOE”, señala por su parte Pacheco i Canals.
Con los socialistas catalanes prácticamente fuera de la ecuación, sólo los votos de Catalunya en Comú garantizarían que las cuentas se tramitaran, alargando la vida de la legislatura hasta el próximo verano, cuando se conocería la sentencia del Tribunal Supremo. Además, según varias fuentes, la carambola beneficiaría a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que aprobaría sus últimos presupuestos municipales con ayuda de los republicanos. Las mismas fuentes aseguran que Iglesias pretende cerrar este acuerdo con Junqueras, durante su reunión en Lledoners.