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El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, sostiene una mascarillaKay Nietfeld/dpa

El próximo 26 de septiembre se celebrarán las elecciones en Alemania que elegirán al sustituto de Angela Merkel al frente de la cancillería. Hasta ahora, el favorito para ocupar su puesto era Armin Laschet, de la CDU/CSU, el mismo partido que la actual presidenta. Sin embargo, las encuestas han dado un vuelco y el actual ministro de Economía, el socialdemócrata Olaf Scholz (SPD), se ha convertido en el principal candidato, según Berenberg.

"Su popularidad personal y los mediocres resultados de sus dos rivales, Armin Laschet, de la CDU/CSU, y Annalena Baerbock, de Los Verdes, han impulsado el apoyo a su partido", comentan los analistas del banco.

En este sentido, el comportamiento que están teniendo los candidatos en sus apariciones públicas parece estar teniendo su traslado en la intención de voto. Tras el debate del pasado domingo, un 36% de la audiencia eligió a Scholz como ganador del mismo, según Forsa.

Si se atiende a la media de las últimas seis encuestas que se han publicado, el SDP, de centro-izquierda, obtendrá un 23,5% del apoyo, por delante del partido de Merkel, con un 22,5%, y de los ecologistas, que se quedarán con el 17,6%.

Así, los analistas calculan que las probabilidades de que Olaf Scholz alcance la cancillería han aumentado desde el 25% al 50%, mientras que las de Laschet (CDU/CSU) han bajado del 55% al 40%. Baerbock, de los Verdes, se queda como la que menos posibilidades tiene, reduciendo su porcentaje del 20% al 10%.

Ante este escenario, y siguiendo con lo ya comentado en los últimos informes, la cuestión no es tanto quién alcanzará la presidencia como el color de la coalición. En este sentido, desde Berenberg prevén que, "salvo sorpresa", se necesitarán tres partidos políticos para formar Gobierno.

Según los cálculos de los expertos, hay un 25% de probabilidades de que el centro-izquierda acuerde con los ecologistas y el FDP liberal una alianza, mientras que la unión del SDP, Verdes y el Partido de la Izquierda Dura llega al 20%.

Mientras que Scholz y Baerbock pueden llegar a entenderse, ya que en muchas posiciones políticas están cerca, no pasa lo mismo con los liberales, que han prometido impedir las subidas de impuestos que ha planteado el SDP.

Este posible pacto a tres conllevaría para los analistas pocos cambios reales en la política fiscal ya que el candidato de centro-izquierda "ha sido el ministro de Finanzas alemán desde principios de 2018 y dio forma a la posición alemana en las negociaciones europeas", sostienen los expertos de Berenberg. Por tanto, "el liberal FDP y el propio pragmático Scholz probablemente frenarían las inclinaciones izquierdistas de la base del SPD y los Verdes", sentencian.

En el otro lado, está el Partido de la Izquierda Dura, que aunque apoyaría al centro izquierda y los ecologistas en la agenda interna, la exigencia de disolver la OTAN les convertiría en un "aliado incómodo y poco fiable", según la firma.

Mientras, la alianza del CDU/CSU de Merkel con el FDP liberal cae a un 5% de probabilidades.

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