MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El Gobierno y el PNV retomaron el pasado miércoles las negociaciones para la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez, y la intención es que vuelvan a reunirse la próxima semana, cuando el Ejecutivo y el PSOE tienen previsto realizar una ronda de contactos con las fuerzas parlamentarias antes del Pleno de los días 22 y 23 de julio.
El propio presidente, Pedro Sánchez, se ha citado el martes con Unidas Podemos y con el PP, con cuyos líderes se reunirá en el Congreso, y se prevé que la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, y el secretario de Organización del partido, José Luis Ábalos, hagan lo propio con el resto de partidos.
CELEBRAN LOS CONTACTOS
En cualquier caso, el Gobierno y el PSOE ya reanudaron el pasado miércoles los contactos con los nacionalistas vascos, que ven con buenos ojos que se hayan retomado las conversaciones, según confirmaron a Europa Press fuentes parlamentarias.
En la primera ronda, el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, se vio con Ábalos y, aunque no hubo rueda de prensa posterior a dicho encuentro, en un comunicado el PNV advirtió de que Sánchez no podía contar con los seis votos de sus diputados para la investidura.
Ahora esperan que el PSOE o el Gobierno les vuelva a citar la próxima semana de nuevo en el marco de la ronda de consultas que Pedro Sánchez ha anunciado con vistas al debate de investidura. Aún no tienen, de momento, fecha para ese encuentro.
EL PNV NO VETA A UNIDAS PODEMOS
El PNV no tiene definida su postura ante la investidura de Sánchez, pero sí ha mostrado su disposición a dialogar con el PSOE. Tras la cita Ábalos-Esteban ambas partes acordaron continuar trabajando para explorar las posibilidades de avanzar hacia un entendimiento, "sin prisas y con mayor profundidad", con la estabilidad institucional como objetivo final.
Desde el PNV no ponen objeciones a que Unidas Podemos entre o no en el futuro Gobierno y sus líneas rojas son un Ejecutivo que "no tenga en su programa electoral la invasión de competencias" vascas, "ni tampoco poner en riesgo la estabilidad y el desarrollo económico" de Euskadi y de su autogobierno.