La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha explicado este viernes que el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, ha considerado que "no era procedente" hacer el tradicional balance de fin de año ante la prensa porque están en marcha las negociaciones con ERC para la investidura y "no ha acabado el partido".
Sánchez ha roto este año con la tradición y ha decidido no seguir el ejemplo de los anteriores presidentes del Gobierno, que comparecían ante la prensa después del último Consejo de Ministros del año para hacer balance de los últimos doce meses. Una tradición que implantó José Luis Rodríguez Zapatero.
En esta ocasión ha sido Celaá quien ha hecho ese breve repaso de las medidas adoptadas y respondido a las preguntas de los medios de comunicación. "Estamos en medio de una negociación o conversación política con ERC y no ha acabado el partido", ha justificado.
La portavoz del Ejecutivo ha sostenido que la decisión de Sánchez no "rompe" con la tradición, ya que "las circunstancias no suelen ser idénticas". "No sé el precedente del año 15 ni si estaba exactamente en la misma situación", ha dicho sobre el caso de hace cuatro años, cuando el entonces presidente, Mariano Rajoy, también estaba en funciones y sí realizó esa comparecencia.
En cualquier caso, Celaá ha insistido en que en esta ocasión el presidente ha considerado que "no era procedente comparecer". "Es una decisión del presidente que a la vista de las circunstancias que concurren en este caso preciso entiende razonablemente que merece la pena esperar", ha argumentado.