El Gobierno ha convocado de urgencia a Karima Benyaich, embajadora de Marruecos en España, para pedirle una aclaración sobre las declaraciones del primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani, en las cuales ha defendido que Ceuta y Melilla “son marroquíes como el Sáhara”.
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Cristina Gallach, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, ha trasladado a la embajada que el Ejecutivo español "espera de todos sus socios respeto a la soberanía e integridad territorial" de España, según ha informado en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Tanto las palabras de El Othmani como la convocatoria de la embajadora, se producen en un contexto en el que ambos gobiernos insisten en que sus relaciones son estrechas y excelentes, algo que han reiterado especialmente en los últimos días tras aplazar la cumbre bilateral del pasado 17 de diciembre por la situación generada por el coronavirus.
El primer ministro de Marruecos defendió durante el fin de semana que las ciudades autónomas españolas “son marroquíes como el Sáhara”, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reconociera el pasado 10 de diciembre la soberanía del reino sobre el Sáhara Occidental.
El Othmani ha reconocido, en lo que a los dos enclaves españoles se refiere, que “el statu quo dura ya cinco o seis siglos”, y ha considerado que "llegará el día en que vamos a reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara".
No obstante, el primer ministro marroquí ha contemplado que no es el momento de abordar esta cuestión con el Gobierno español, ya que "primero hay que arreglar definitivamente el conflicto del Sáhara, que es nuestra prioridad absoluta".
Ante estas declaraciones, ya se han levantado críticas por parte de la oposición. Entre ellos se encuentra Pablo Casado, líder del PP, que ha instado al Gobierno a “responder de inmediato” porque la soberanía española de las dos ciudades autónomas y la integridad territorial nacional “es irrenunciable”.
Vox también ha reclamado una “respuesta contundente” y ha criticado la “cobardía” del Gobierno ante las "pretensiones expansionistas de la tiranía marroquí", que "son un peligro" para la soberanía española.
