El candidato de Donald Trump para dirigir el Consejo Económico Nacional de Estados Unidos, Gary Cohn, expresidente y exdirector de operaciones de Goldman Sachs, recibirá una indemnización aproximada de 106 millones de dólares (98,6 millones de euros) por parte de la influyente entidad de Wall Street para evitar un posible conflicto de intereses cuando entre a formar parte de la nueva Administración estadounidense.
En un documento remitido a la Comisión de Valores de EEUU (SEC), Goldman Sachs ha informado de que ha abonado un total de 65 millones de dólares (60,46 millones de euros) en efectivo a su expresidente y que, además, ha liberado dos paquetes de accionariales, uno de 151.475 acciones restringidas y otro de 99.909 de títulos, con un valor agregado de 58,4 millones de dólares (54,3 millones de euros), como apunta Europa Press.
Goldman Sachs ha informado de que ha abonado un total de 65 millones de dólares (60,46 millones de euros) en efectivo a su expresidente
Después de impuestos, la suma de 123,4 millones de dólares (114,8 millones de euros), no obstante, se reduciría hasta 106 millones (98,6 millones de euros), según los cálculos de 'Financial Times', que cita a una persona con conocimiento del proceso de negociaciones.
Asimismo, Goldman Sachs ha indicado que Cohn deberá desvincularse de diversos fondos gestionados por la entidad, aunque no se precisa en el documento cuánto recibirá por estas desinversiones. El movimiento responde a la necesidad de evitar el "conflicto de intereses" que supondría para Cohn ser un representante público y estar vinculado financieramente a una empresa privada.
UN RETO AL SERVICIO DE EEUU
En diciembre, el nuevo presidente de EEUU propuso a Cohn como nuevo director del Consejo Económico Nacional de Estados Unidos, organismo que se encarga de asesorar a la Casa Blanca sobre política económica global.
En una operación similar, el candidato Trump a secretario de Estado, Rex Tillerson, expresidente y exconsejero delegado de ExxonMobil, recibió una indemnización aproximada de 180 millones por parte de la petrolera para desvincularse completamente de la industria y poder asumir el cargo público.