El candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, ha mostrado su negativa a pactar con Pablo Iglesias, que considera que ha planteado las elecciones del 4M como "un debate sobre el comunismo y el fascismo", y ha afirmado que está a favor de un gobierno de "progreso, centrado y abierto a ambos lados, sin extremos" y que "si alguien quiere un gobierno de furia, que vote a otra persona".
En una entrevista en 'COPE', el candidato socialista ha sido crítico con el líder de Unidas Podemos en la región madrileña y ha asegurado que no niega "su competencia ni su capacidad, pero tal como están las cosas no podemos adoptar posiciones extremas". "Yo no me siento vinculado al modo que entiende las cosas Iglesias", ha añadido.
Además, Gabilondo se ha referido al supuesto dumping fiscal de la comunidad y ha valorado que no tiene intención de subir la presión fiscal: "Si yo soy presidente, la fiscalidad no se toca. Los madrileños no pagarán ni un euro más de impuestos".
Por otro lado, ha confirmado que no está en sus planes cerrar el Isabel Zendal, aunque ha reconocido que quiere convertirlo "en un hospital de verdad". "Nuestro modelo está basado en los centros de salud y urgencia, en una política pública que hace de los centros de primaria la base. Por eso mostramos reticencias por el Zendal. Pero el hospital está ahí y tiene que ser un hospital de verdad. Tiene que tener una plantilla estable y que se sepa qué tipo de hospital se quiere que sea", ha apostillado.
Acerca de la labor de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, ha lamentado que no haya llevado a cabo políticas sociales, sanitarias o económicas. "No se ha hecho todo mal, pero hay que cosas que no han ido bien", ha agregado. Asimismo, se ha cuestionado por qué la ocupación de las UCI es el doble que en el resto de España. "Se entendió que había que trabajar por zonas básicas para contener la pandemia y nosotros consideramos que las medidas no se puedan aplicar de forma eficiente si no se entienden", ha señalado.
En última instancia, ha sido preguntado por la llegada de los franceses a la capital durante las últimas semanas y ha comentado que "Madrid es tierra de acogida y necesitamos el turismo, pero el turismo que ha venido a Madrid en un momento muy concreto no me gusta". "No concibo que la libertad sea eso", ha zanjado.