- Felipe VI no ahorra calificativos a la actuación "ilegal" de la Generalitat
Con las banderas de España y la Unión Europea a sus espaldas, el Rey Felipe VI ha iniciado su intervención con una firme defensa de la legalidad, proporcional a la dureza que ha mostrado con la actuación de las autoridades catalanas.
El monarca ha subrayado que la Generalitat ha actuado "ilegalmente" y ha quebrantado tanto el propio Estatut como la Constitución de manera "reiterada, consciente y deliberada". No se ha quedado ahí. Ha sostenido que la violación de la legalidad ha sido "sistemática", hasta el punto de que ha calificado sus actos como una "deslealtad inadmisible".
Luego ha insistido en la actuación del Govern presidido por Carles Puigdemont. "Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando -desgraciadamente- a dividirla", ha afirmado. Y ha agregado: "Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada".
Una actitud "irresponsable", ha añadido, que "incluso puede poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España". Todo ello, sobre la base de "un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña (...) al margen del derecho y la democracia".
Un escenario, en definitiva, de "extrema gravedad", que a su juicio requiere que sea solventada por la legalidad: "Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía".
Y, como remate a su defensa de la legalidad, un mensaje para subrayar que dentro de la ley caben todos. "A los ciudadanos de Cataluña -a todos- quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley", ha asegurado. "Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo", ha continuado. Y luego ha venido el remate: "En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos".