Las elecciones europeas han dejado un sentimiento de incertidumbre entre los inversores que puede ser difícil de superar. La gran pregunta es si Europa ha entrado en crisis ante el ascenso de la ultraderecha en todo el Viejo Continente, pero también preocupan las implicaciones que podría tener el nuevo escenario que han dibujado los resultados. ¿Cómo puede afectar esta situación a las políticas y a la Unión Europea?
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Extrema derecha, elecciones en Francia...: "El verano será largo y preocupante" tras las europeas"Las implicaciones son claras. A pesar de que el centro mantiene la mayoría, este es el Parlamento Europeo más derechista jamás elegido", afirman los estrategas de Rabobank, que creen que los resultados electorales "señalan un giro europeo hacia una política conservadora y de derecha radical y un alejamiento de la política progresista y verde".
Tal y como dicen estos analistas, "el centro tendrá que adaptarse a este cambio en los próximos años y, en ocasiones, tendrá que inclinarse hacia la derecha para mantener la mayoría". Es más, opinan que "la política interna del PPE será un factor importante en la dirección de la política europea, siendo al mismo tiempo el partido mediano y el más grande en este parlamento".
Aunque aún falta por confirmar los datos, se espera que el Partido Popular Europeo consiga 184 escaños en el nuevo Parlamento, de los 720 totales, mientras que los socialistas y el centrista Renew obtendrán 139 y 80 escaños respectivamente. Esto suma un total de 403 escaños para la 'gran coalición'.
Se prevé, asimismo, que la alianza de extrema derecha ECR, compuesta por Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni y los nacionalistas polacos, ocupe el cuarto lugar, con 73 escaños, mientras que el grupo de extrema derecha Identidad y Democracia obtendría 58 escaños. Los Verdes, que han sufrido una pérdida significativa, caen al sexto lugar con 52 escaños, seguidos por la Izquierda, con 36 escaños.
También hay 45 escaños para miembros no inscritos y 53 miembros recién elegidos que aún no están aliados a ninguno de los grupos políticos. Estas cifras, apuntan desde Rabobank, muestran que "el equilibrio general izquierda-derecha se alinea con las proyecciones que indicaban una inclinación, pero no una sacudida, hacia la derecha".
La gran sorpresa, sin duda, tras las elecciones no ha llegado desde Bruselas, sino desde París. Y es que la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas (que se celebrarán en dos vueltas, el 30 de junio y el 7 de julio) ha suscitado una gran polémica.
"Tras una derrota en las elecciones europeas, Macron ha decidido que era hora de jugar ajedrez en 3D y convocar elecciones parlamentarias anticipadas apenas quince días antes del inicio de los Juegos Olímpicos", señalan los expertos del banco holandés. "Con esta audaz medida, pone a prueba al partido Rassemblement National de Marine Le Pen", sobre todo porque el sistema de dos vueltas "a menudo presenta dificultades para los partidos populistas, haciendo posible que la extrema derecha no logre una mayoría absoluta".
Sin embargo, estiman estos expertos, "el cálculo de Macron parece basarse en el supuesto de que si la ultraderecha obtiene un mal desempeño, estará en una posición mucho más débil para las elecciones presidenciales de 2027". "Su coraje es innegable, se lo concedemos, pero parece como doblar una apuesta después de una mala actuación", comentan tras recordar que los de Le Pen han cosechado un 32% de los apoyos en las europeas, frente a solo el 15% que la obtenido el partido de Macron.
"La decisión del presidente francés de convocar elecciones nacionales anticipadas es una fuente de incertidumbre", señala Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers. "No se esperaba que el resultado de las elecciones europeas desencadenara un gran cambio de postura en la UE", porque a pesar de que el espacio político general de los partidos mayoritarios se está reduciendo, el Parlamento Europeo "tiene una larga tradición de cooperación entre los principales grupos –centro-derecha, liberales y socialdemócratas– que, a tenor de los resultados nacionales vistos hasta ahora, probablemente conserven juntos una cómoda mayoría de los escaños", añade.
Reconoce este experto que "puede que sea más difícil alcanzar los compromisos necesarios y habrá que tener en cuenta los cambios en la opinión pública, pero no cabe esperar un cambio radical de rumbo". Sin embargo, avisa, "la decisión del presidente francés de disolver la Asamblea Nacional cambia la perspectiva".
Moëc explica también que "una cuestión crucial para el actual Gobierno francés es que, privado de mayoría absoluta en el Parlamento desde 2022, legislar se ha vuelto cada vez más difícil, siendo a menudo rehén de 'mayorías circunstanciales' variables", por lo que Macron "probablemente busca una aclaración, y pretende reconstruir una mayoría dominante más sólida". Pero, en cualquier caso, es "una elección arriesgada".
"Incluso si los partidos mayoritarios obtuvieran la mayoría de los escaños en julio, construir una mayoría estable podría no ser más fácil que hoy, dadas las divergencias entre los centristas, el centro-izquierda y el centro-derecha". Si así ocurre, opina el experto de AXA IM, entonces habría que prepararse para una situación similar en 2027, para cuando están previstas las presidenciales francesas.
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Por su parte, Reto Cueni, economista de Vontobel, ve tres implicaciones clave para los inversores tras el fortalecimiento de los partidos antisistema de extrema derecha en Europa:
En primer lugar, dice, los resultados siguen apuntando a una mayoría de centro estable en Europa, lo que "es importante en tiempos de elevada incertidumbre geopolítica, la guerra en Ucrania y la rivalidad entre EEUU y China". De momento, apunta, "son noticias positivas para los inversores". No obstante, también afirma que en las próximas semanas "se verá si los partidos de centro pueden trabajar juntos y elegir a un presidente de la Comisión Europea también de centro para el nuevo mandato de cinco años".
En segundo lugar, el giro hacia partidos de derecha más antisistema que se oponen políticamente al nuevo acuerdo verde y dan prioridad en su programa a la seguridad nacional y el control de fronteras, muestra "cómo ha cambiado el enfoque político en Europa".
Y es que tras las pérdidas del bloque de los Verdes en el Parlamento, "el impulso político para la transición verde se ve obstaculizado y aumenta la probabilidad de que durante la legislatura se frene el gasto público destinado a iniciativas verdes mientras aumenta el gasto en defensa y control de fronteras". En su opinión, los inversores tienen que estar "atentos a la presentación, a mediados de julio, de los programas de los candidatos a la próxima presidencia de la UE, que permitirán conocer la agenda de los partidos y el impulso político en Europa".
En tercer lugar, considera que las elecciones parlamentarias anticipadas en Francia "aumentarán la incertidumbre sobre el curso político de la segunda mayor economía de Europa". Por lo general, recuerda, "el sistema electoral francés de dos vueltas impide que las fuerzas más extremistas ganen unas elecciones, pero la fuerza actual de la extrema derecha podría demostrar ser lo suficientemente fuerte como para cambiar finalmente las fuerzas políticas del país".
Sin embargo, también apunta que "la izquierda tiene posibilidades intactas de ganar escaños en las próximas elecciones si consigue unir sus fuerzas". "Todo ello aumenta la incertidumbre sobre la futura postura fiscal del gobierno francés, ya que un cambio en el equilibrio de poder en el parlamento galo podría traducirse en un mayor gasto social", considera el analista de Vontobel.
"Dado que el sistema político del país hace que la política exterior y de defensa sea en gran medida una prerrogativa presidencial, la incertidumbre sobre la futura colaboración de Francia en Europa y en el plano geopolítico sigue estando controlada, al menos hasta la primavera de 2027, cuando están previstas las próximas elecciones presidenciales francesas", concluye.