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Objetivo totalmente cumplido. El globo sonda de un avance electoral dejado ir por Moncloa ha atrapado a los independentistas en un durísimo brete. Los nervios del martes, durante la primera sesión del debate parlamentario de los Presupuestos Generales del Estado, se han convertido en un auténtico desespero en las filas de ERC y el PDeCAT, que dejan la puerta completamente abierta a un giro final horas antes de la votación. Insisten en que quieren volver al diálogo.

En estos términos se ha expresado el portavoz de PDeCAT en el Congreso de los Diputados, Carles Campuzano. "Nosotros mantenemos nuestra oferta de retornar al diálogo que se produjo hasta el jueves de la semana pasada y si se encauza estamos dispuestos a retirar el apoyo a la enmienda a la totalidad", ha asegurado Campuzano a RNE. Hasta ha insinuado que en las votaciones puede acabar por decidirse todo. ¿Se podría dar la paradoja de que, sin retirar los vetos, acabaran por no votarlos? Poco probable, pero no imposible para unos partidos que han roto la cuerda de tanto tensarla.

En Moncloa el clima es otro. El círculo íntimo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trabaja desde el jueves pasado con el adelanto electoral en mente y no va de farol, según fuentes conocedoras. Aceptan que les pudieron las críticas de la militancia y los barones sobre la figura del relator del diálogo porque "lo contamos fatal"; además, admiten que les presionó la manifestación de la derecha.

Así las cosas, el hartazgo es tal en el PSOE que desde el partido muestran ya indiferencia sobre el hecho de que no vayan a sacar adelante sus cuentas: "Sinceramente nos da igual", reconocen a este medio. Un viraje que obedece a que los socialistas trabajan realmente de cara a las elecciones generales con fecha el 28 de abril, por lo que han entrado en precampaña electoral desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado viernes, según varios expertos.

IMPLORANDO RETOMAR EL DIÁLOGO

Ahora se han girado las tornas y son los partidos soberanistas quienes "imploran contactos con Moncloa", aseguran desde las negociaciones. El relato, confirmado por fuentes próximas a Bolsamanía, es que desde el jueves reina el silencio en los canales de comunicaciónque mantenían con el Gobierno. Su versión es que se les dio el ultimátum de que o retiraban las enmiendas o no había negociación. "Nosotros queríamos seguir dialogando y ellos nos dijeron que habían llegado al final", contaba el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

El president de la Generalitat, Quim Torra, siguió apelando al diálogo durante una comparecencia este martes desde Madrid, después de la primera jornada del juicio en el Tribunal Supremo por el 1-O, y ha insistido en que no entiende qué pasó la semana pasada cuando el Gobierno zanjó el diálogo aduciendo que no acepta negociar sobre el derecho de autodeterminación. El dirigente independentista ha reiterado que esperan una llamada del volver al diálogo y que no ponen condiciones, aunque no ha dejado de repetir que cualquier acuerdo pasa por que los catalanes voten si quieren ser independientes. Porque si no, ha planteado, para qué se van a sentar "a solucionar el conflicto".

Tal como adelantaron fuentes conocedoras de las conversaciones a Bolsamanía, los independentistas han cambiado su postura porque "saben que se han equivocado", ya que "son quienes más tienen que perder en esta jugada". Desde el socialismo tienen asumido que el diálogo "les resta votos", por lo tanto han empezado a considerar que es demasiado alto el precio a pagar para darse de bruces una y otra vez con la misma demanda. Explican estas fuentes que la rotura de las relaciones obedeció a que el soberanismo "sólo quería hablar de autodeterminación", una de sus líneas rojas.

MEDIADORES

Con todo, este martes ha habido una intensa actividad parlamentaria al margen del debate que se desarrollaba en la sala de plenos del Congreso. "Los mediadores han estado todo el día tanteando qué opciones hay de que republicanos y postconvergetnes apoyen las cuentas", explican fuentes parlamentarias, pero también asumen que este desenlace "sería una sorpresa". Entre quienes han participado en estas negociaciones 'in extremis' está el mismo líder de Podemos, Pablo Iglesias, según conocedores de las conversaciones.

La portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, Ione Belarra, ha señalado que su formación negociará "hasta el final" la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, apuntando a que están hablando "con todo el mundo" para sacar adelante las cuentas, en medio del debate de totalidad que se celebra en la Cámara baja desde este martes. Además, ha afeado al Gobierno que haya "renunciado a pelear" por las cuentas. "Me sorprende que haya tirado la toalla tan pronto, muchas medidas son nuestras, pero no pensaba que el Gobierno iba a renunciar a pelear unas cuentas que son buenas", ha declarado en una entrevista en RNE.

A estas horas todo el mundo parece querer reeditar el pacto de la moción de censura para sobrevivir más allá de este 13 de febrero. Todos, menos el PSOE.

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