Nueva grieta entre los socios de Govern de la Generalitat de Cataluña a raíz de la crisis del coronavirus y de las constantes demandas del president del Govern catalán, Quim Torra, de que se confine Cataluña. ERC ha minimizado las reiteradas exigencias del Ejecutivo autonómico, especialmente del ala de Junts per Catalunya en la que se adscribe Torra, y ha denunciado los intereses de “politiquería” que se esconden tras su insistencia en el cierre de la región. Para los republicanos, este asunto se está convirtiendo en “una batalla partidista” y los de Oriol Junqueras han expresado su incomodidad por los intentos de Torra de sacar réditos de esta situación. Una crítica que también se le hace desde el PSOE al líder catalán.
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Sánchez: "Ampliaremos la declaración del estado de alarma 15 días más"Las tensiones entre los Gobiernos autonómico y central fruto de la gestión del encierro del país no han cesado, con un punto álgido la semana pasada después de unas declaraciones de Torra a la BBC y una serie de misivas que envió a los líderes europeos, en las que denunciaba que el Ejecutivo no permitía que se echara el cierre. Los republicanos se han desmarcado de estos movimientos y, de hecho, en el partido se inclinan por huir de la confrontación que alimentan los junteros y que se escenificó con la renuncia a firmar la declaración conjunta de los gobiernos regionales de hace 10 días.
Antes de que se decretara el estado de alarma, Torra comenzó a exigir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aplicara las mismas medidas a toda Cataluña que desde la Generalitat se adoptaron el 13 de marzo para los municipios de la Conca d’Òdena (Barcelona) sometidos a una cuarteta absoluta, con prohibición de la entrada y salida de personas y transportes. Este confinamiento “total” incluye que se congelen puerto y aeropuerto y el parón se extienda a toda la actividad no esencial, un extremo que también plantearon los presidentes autonómicos de Murcia o Andalucía en la reunión que los líderes de las Comunidades Autónomas mantuvieron con Sánchez este domingo.
De hecho, el murciano Fernando López Miras fue más allá y a pesar de la negativa de Moncloa su Gobierno regional dio la orden de ‘apagar’ su comunidad. Un acto de gesticulación política, ya que el Ejecutivo central no la ratificó. El andaluz Juanma Moreno, por su parte, se mostró partidario de aislar las zonas más afectadas como Madrid y parar la economía al completo. Sin embargo, se ahorró reproches a la actuación del Gobierno de coalición PSOE- Podemos y, al igual que otros líderes autonómicos, expresó su lealtad y solidaridad con sus decisiones.
En Moncloa no quieren ni oír hablar de este confinamiento total y defienden que las últimas medidas tomadas, con la ampliación del encierro hasta el 11 de abril, pendiente de su trámite en el Congreso, son más que suficientes. Pero Cataluña sigue sin estar de acuerdo y Govern mantiene su imperioso llamamiento al Gobierno de Pedro Sánchez para que aplique el confinamiento total. Según Torra y su Ejecutivo, asesorado por expertos, es la única receta para evitar la propagación del coronavirus e insisten en reclamar al Ejecutivo central que no espere tanto como Italia para tomar esta medida, ya que cree que el Gobierno italiano ha optado por esta opción "después de un mes de confinamiento a medias", ha defendido la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó.
Pero en el seno del Govern, los republicanos han evidenciado su desacuerdo y expresan que la reclamación de Torra tenía sentido antes del estado de alarma, pero “ahora hay un confinamiento generalizado”, ha dicho la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta. Y avisado a Junts per Catalunya de que se equivocan al alimentar "una batalla política o partidista, de politiquería, de intentar sacar un rédito en esta situación de crisis”, advertía . El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos secundaba estas palabras en una entrevista en 'La Vanguardia' este lunes, donde ha asegurado que "no se perdonará a quién busque rédito político de una tragedia nacional".
La postura de ambos partidos se pondrá a prueba el próximo 25 de marzo, cuando el Congreso celebrará una nueva sesión plenaria en la que se votará la prórroga del estado de alarma frente al coronavirus, si así lo decidiera el Ejecutivo. A falta de que se confirme oficialmente, todo apunta que los partidos independentistas apoyarán la decisión.