En puertas del arranque de la campaña electoral catalana, han irrumpido en el panorama mediático las terceras vías, algunas preexistentes, otras improvisadas.
La Asociación ‘Tercera Vía, diálogo y acuerdo’, celebró el pasado martes un acto en Madrid con la presencia de prestigiosas personalidades de los ámbitos político, académico y judicial. Su presidente es Mario Romeu pero la intervención central del acto corrió a cargo de Eugeni Gay, exvicepresidente del Tribunal Constitucional y miembro del Consejo de Estado. Entre los presentes en la sede de la Fundación del Diario Madrid, donde se celebró el acto, estaban cuatro de los cinco secretarios generales del PSOE en la etapa democrática (sólo faltó Zapatero); catedráticos como Gaspar Ariño y Francesc de Carreras; personalidades como Francisco Rubio Llorente, expresidente del Consejo de Estado y exvicepresidente del Tribunal Constitucional; dirigentes socialistas como Antonio Hernando, Patxi López y Ángel Gabilondo, etc.
Muchas personas que, sin estar de acuerdo con el actual encaje de Cataluña en el Estado, creen que el cambio debe provenir de la negociación y no de la ruptura abrupta del marco constitucional.
Este pasado miércoles, también se presentaba en Barcelona otra asociación llamada “Catalans pel Seny”, encabezada por Joan Coromines, formada con la adhesión inicial de unas 400 personas, a la que ha prestado su adhesión explícita Miquel Roca, uno de los ponentes constitucionales, número dos de CiU durante muchos años, portavoz del partido en Madrid, etc. Esta sociedad está próxima a las posiciones de UDC y de su líder, Duran Lleida.
IRREAL Y FALSA....
El planteamiento de que en Cataluña existe una pugna entre los independentistas y los recentralizadores, por lo que hay que construir una tercera opción equidistante en forma de ‘tercera vía’, es irreal y falsa, pero no por ello son menos necesarias las iniciativas que se producen para dar visibilidad a esa posición intermedia. En el Principado, existe una fuerte pulsión independentista, que según todos los recuentos no tiene masa crítica suficiente para conseguir su objetivo, y un cuerpo ciudadano heterogéneo y mayoritario que se siente cómodo con la doble pertenencia actual, aunque mantenga posiciones políticas y muy distintas.
En este esquema, las terceras vías cumplen la función pedagógica de informar a los votantes de que no es cierto que se haya impuesto mayoritariamente el desatino independentista: hay muchos ámbitos ideológicos y sociales que creen intolerable que sus cargos institucionales, con Artur Mas al frente, planteen la violación de la legalidad para conseguir unos objetivos políticos dudosos y opinables. Muchas personas que, sin estar de acuerdo con el actual encaje de Cataluña en el Estado, creen que el cambio debe provenir de la negociación y no de la ruptura abrupta del marco constitucional.
Antonio Papell
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