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Suecia celebra este domingo unas elecciones generales en las que se escenificará un nuevo desafío de un partido populista y euroescéptico a las fuerzas políticas tradicionales en un estado de la UE. Aunque no se espera que el partido de extrema derecha 'Demócratas Suecos' pueda alcanzar el poder tras la jornada electoral de hoy, los mercados internacionales permanecen atentos a los comicios dado el meteórico ascenso de los populistas en las encuestas en los últimos meses.

Las elecciones suecas llegan en un contexto de profunda polarización en el continente europeo, con la respuesta a la creciente inmigración en el centro del debate. Italia se convirtió en el primer gran Estado europeo en el que alcanzó el poder una coalición formada dos partidos populistas, uno de ellos con un discurso abiertamente anti-inmigración.

El modelo socio-económico sueco, basado en los altos impuestos y un amplio sistema de subsidios estatales, contó durante años con un gran consenso interno y recibió elogios internacionales en las últimas décadas por haber conseguido registrar excelentes cifras en cuanto a resultados educativos y bajas tasas de criminalidad.

Sin embargo, el gobernante 'Partido Socialdemócrata', el gran abanderado del estado de bienestar sueco, ha perdido apoyos en los últimos años en favor de partidos con un discurso más radical a la izquierda y a la derecha del espectro político. El que más rédito parece haber sacado del malestar social generado en los últimos años es el partido euroescéptico y anti-inmigración 'Demócratas Suecos', que registra en torno a un 20% de intención de voto en las encuestas.

UNA ECONOMÍA ROBUSTA

"Si un número importante de suecos vota este fin de semana por partidos más populistas y derechistas, muchos analistas lo presentarán como una sorpresa", opina Murray Gunn, experto de Elliott Wave International. "Sin embargo, lo cierto es que un giro a los extremos políticos aportará un signo de exclamación sintomático a una tendencia de malestar social que lleva en marcha varios años", añadió Gunn.

A pesar del espectacular ascenso demoscópico de 'Demócratas Suecos', el resto de partidos han rechazado integrar un gobierno junto a ellos dados sus orígenes neo-nazis, por lo que es poco probable que logren llegar al Ejecutivo. El resultado más probable será un Gobierno de coalición de centro izquierda o centro derecha que continúe la tendencia de las últimas décadas, según los analistas de Oxford Economics y de Danske Bank.

La economía sueca se encuentra en una muy buena situación, con un fuerte crecimiento durante la primera mitad de 2018 y unas finanzas públicas robustas. La inflación marcha según lo previsto y el mercado de trabajo evoluciona a buen ritmo.

La divisa sueca, la corona, está en su peor momento frente al euro desde 2009, debido al bajo apetito de riesgo por parte de los inversores internacionales en las divisas de países de menor tamaño. Sin embargo, los analistas de Oxford Economis consideran que la corona está siendo vendida por debajo de su precio real y el regreso al status-quo hará que se recupere el apoyo por la divisa.

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