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Los resultados de las votaciones de las pasadas elecciones municipales y autonómicas no sólo van a afectar a la configuración de gobiernos en los distintos ayuntamientos y comunidades. También va a repercutir directamente en el dinero que percibirán los partidos a partir de ahora en concepto de subvenciones autonómicas. ¿Quién gana y quién pierde en este caso?

Podemos y Ciudadanos, sin duda, han dado la sorpresa y gracias a los votos cosechados en las urnas el pasado 24 de mayo se repartirán 10 millones de euros al año en subvenciones autonómicas. Gracias a los escaños logrados en los parlamentos regionales, el partido que lidera Pablo Iglesias se ha garantizado algo más de 6 millones al año, de los que 1,6 corresponden a fondos del Parlamento de Andalucía tras las elecciones del 22 de marzo.

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Por su parte, recoge ABC, Ciudadanos ingresará cerca de 4 millones de euros en subvenciones parlamentarias autonómicas, cantidad de la que una cuarta parte corresponde al legislativo andaluz.

El PP dejará de percibir 4 millones de euros al año

Y en el lado opuesto están los perdedores. El mayor batacazo se lo lleva, sin duda, el PP, cuya pérdida de votos se traducirá en una sustancial reducción de escaños regionales y, por tanto, de las subvenciones recibidas. Concretamente, el Partido Popular recibirá 4 millones de euros menos al año.

El PSOE, aunque también resulta 'castigado' por la pérdida de votos, lo hace en menor medida que el PP, y en su caso sólo verá mermadas sus subvenciones en 1,4 millones de euros. Por otro lado IU, que lleva años con una situación económica delicada, recibirá 1,65 millones de euros menos al año tras la pérdida de escaños en los parlamentos regionales.

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Las subvenciones autonómicas son esenciales para la financiación de los partidos

UPyD, por último, recibe un duro 'mazazo' tras la pérdida de votos que le obligará a despedir a sus empleados en muchas regiones. La formación magenta, sólo como ejemplo, perderá el más de medio millón de euros que percibía anualmente de la Asamblea de Madrid.

Las subvenciones autonómicas constituyen una parte esencial de la financiación pública de la que se alimentan las arcas de los partidos, ya que es esencial para costear los gastos de funcionamiento y la contratación de personal al servicio de esas formaciones. Se trata de una financiación estructural, al margen de las subvenciones puntuales que perciben las formaciones cada vez que hay elecciones y que suelen servir para cubrir los gastos de campaña en los que incurren.

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