• Los expertos aseguran que en Estados Unidos la política se vive como un espectáculo
  • Trump y Hillary Clinton llevan meses en campaña electoral
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Los candidatos republicano y demócrata tienen un único objetivo: llegar en noviembre a la Casa Blanca. Tras mucho tiempo de desgaste en las primarias, el cara a cara está servido y como es habitual en Estados Unidos la campaña electoral comenzó hace varias semanas. Este periodo, a diferencia que en otros países occidentales, marca un antes y un después en la vida política de los los aspirantes a ser presidente del país americano.

A pesar del 'face to face', como lo llaman allí, han tenido que pasar muchos meses para llegar al punto en el que se encuentra la carrera electoral. Desde el 1 de febrero, los diferentes políticos de las dos formaciones mayoritarias en EEUU han tenido que batirse en duelo para poder optar al sillón presidencial. Para dirimir quién será el candidato para los demócratas o republicanos, el modus operandis de la campaña electoral no suele alejarse mucho de cómo es a la que se realiza en la lucha por gobernar en Estados Unidos. Tendrán que pasar nueve meses y siete días (8 de noviembre) para poner fin a la larga carrera por saber quien será el gran vencedor y en ese momento se dará por finalizada la campaña electoral.

TODO POR EL ESPECTÁCULO

¿Se imaginan a Mariano Rajoy, Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dando mítines casi ocho meses seguidos? Basta con mirar hacia Estados Unidos para ver que esto es posible. En año electoral, la atmósfera que se crea es sin igual. No es nada raro ver en los eventos organizados por los gabinetes que asesoran a los partidos políticos se vean conciertos, partidos de baloncesto, de fútbol americano o diversas caravanas ofreciendo hamburguesas o perritos calientes. Inés Royo, Investigadora de The Hispanic Council, asegura que para los estadounidenses “la política se vive como un espectáculo, un show que nadie se puede perder y del que se sienten parte, y el 'storytelling' y el infoentretenimiento son los pilares de las estrategias de comunicación “, sostiene.

Las cuñas publicitarias también son unos de los grandes atractivos en la campaña electoral de Estados Unidos

Para Juan Pedro Marfil, experto en comunicación política y profesor de la Universidad Camilo José Cela, la gran diferencia entre la campaña electoral entre Estados Unidos y el resto de los países occidentales reside en la importancia que tiene este país en el mundo. “Es el Estado más influyente del mundo”, constata. Esta supremacía hace que el ritual que se crea en este periodo sea único “Vemos un auténtico ecosistema de innovación en electoral. Consultores, demóscopos, logógrafos, responsables de prensa, publicidad... Verdaderos ejércitos de personas trabajando para conseguir fondos, espacios en medios o votos”, explica.

EL 'MERCHANDISING' ES EL REY

Todo esfuerzo que se hace para intentar captar votos parece poco. Mítines, mensajes directos, claros y sencillos para abarcar el máximo número posible de electores son algunas de las pócimas mágicas empleadas por los jefes del gabinete de campaña de los candidatos. Tal es la fiebre que existe que una de las principales vías para la propaganda es el merchandising. El negocio parece casi perfecto. Hacer publicidad del candidato llegando a todos los rincones del país a través de los innumerables artículos y además se financia parte de la campaña con los beneficios. Uno de los productos estrellas durante este periodo ha sido la camiseta para bebés lanzada por Hillary Clinton en apoyo a los latinos que residen en Estados Unidos

Pero hay otros objetos que no pueden dejar de faltar en cada campaña electoral: las chapas metálicas, las gorras, las tazas o pulseras son algunos de los productos que se pueden adquirir en los diferentes canales que tienen abiertos los partidos políticos.

Tal es el punto del consumismo que se genera en Estados Unidos que hay una ley que regula el merchandising electoral. Los precios de los productos son muy amplios y van desde los 20 dólares hasta los 450 de algunos artículos.

Pero además del merchandising, existe otra maquinaria detrás que mueve la campaña electoral. La publicidad en la televisión también es otro de los grandes pilares. A diferencia que en el resto de Occidente, las cuñas no están regidas por ninguna ley, tal y como señala Inés Royo: “En EEUU los anuncios electorales se compran como el resto de productos de consumo masivo mientras que en España hay una norma que regula el espacio y el tiempo dedicado a cada partido en la televisión pública”.

NO TODO VALE EN LA CAMPAÑA ELECTORAL

Durante los nueve meses que dura este periodo en Estados Unidos el mínimo detalle puede hacer que la balanza se decante de un lado o en otro en los casi once estados indecisos que hay en estas elecciones de 2016. Los equipos de asesoramiento hacen todo tipo de énfasis para ensalzar los puntos fuertes y puntos débiles del contrario y bucear por todo el pasado o movimientos 'oscuros' que pueda haber realizado el contrincante.

Clinton cuenta con los puntos fuertes de la experiencia y la serenidad. Trump, con el mecanismo de los medios de comunicación

Ambos expertos, a pesar de la dureza de la campaña electoral, que ha existido ensalzan que no todo vale puesto que existen varios códigos que se deben respetar. Pedro Marfil dice “se agudiza el ingenio y se prueban todo tipo de estrategias” para conseguir el máximo número de votos, no piensa que la máxima del 'todo vale' se cumpla, puesto que “la gente responde a estímulos diferentes y existe una necesidad de movilización y de captación del recursos hace que se innove mucho más en procesos y campañas”.

CLINTON JUEGA CON LA EXPERIENCIA...

A falta de poco más de un mes para la fecha marcada en rojo los equipos de asesoramiento buscan reforzar la imagen de su candidato. Para Inés Royo la apuesta de los encargados de ayudar a Hillary Clinton es la veteranía “Hillary es una de las candidatas con mayor experiencia en política de este ciclo electoral. Ha sido Primera Dama, Senadora, Secretaria de Estado, y su experiencia la convierte en la más capacitada para ocupar el Despacho Oval”, asegura. Otro de los puntos que se ensalza es el gran apoyo que ha sabido captar como “las minorías hispanas, los jóvenes o el apoyo de Barack Obama”.

Según la experta, Trump ha sabido contrarrestarle jugando con la hemeroteca de la candidata ya que “cuenta con un pasado de casi dos décadas y los patinazos pueden existir”. Además, también apela a la polémica con la enfermedad que ha ocultado, lo que ha hecho al candidato republicano conseguir “dañar la imagen de Clinton”.

...Y TRUMP CON EL HARTAZGO DE LA SOCIEDAD

El fenómeno Trump es indiscutible ya que hace llegar a los oídos de los ciudadanos algo que realmente es fácil y que entra muy bien en el calado de los estadounidenses. Las gran baza con la que cuenta Donald Trump para Pedro Marfil es “su gran carisma y la capacidad que tiene para generar titulares en los medios de comunicación, algo que siempre viene bien”, resalta. Otro de los puntos positivos del republicano es el manejo que ha sabido llevar su equipo con las redes sociales y de saber llegar a los votantes “de diversa ideología”.

Ambos expertos, en contra, señalan que el gran defecto de Donald Trump son las salidas de tono y el tono empleado para ello puesto que eso refuerza la inseguridad. Por último, aseveran que los continuos cambios de director de campaña han hecho mella y Hillary Clinton y su equipo lo han sabido utilizar a la perfección.

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