Sostienen que se mantendrán firmes en su posición de no permitir la entrada de los 'morados' en el Consejo de Ministros
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El PSOE mantendrá la negociación con Unidas Podemos incluso en el caso de que los 'morados', como han insinuado, provoquen una primera investidura fallida este mes de julio del candidato socialista Pedro Sánchez, han confirmado a Europa Press fuentes tanto del Ejecutivo como del PSOE.
A pesar de que este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, advertía de que "no va a haber segunda vuelta" en la investidura de Sánchez, en un intento de verbalizar que o sale este mes de julio la investidura adelante o la alternativa es repetir elecciones, esta amenaza pretende ser un elemento de presión más a Podemos.
Si efectivamente los 'morados' provocan una primera investidura fallida, eso no cortará la interlocución con Unidas Podemos, reconocen fuentes de la cúpula socialista, que defienden que habrá que seguir buscando un acuerdo con la formación de Pablo Iglesias.
Eso sí, en el Gobierno y en el PSOE sostienen con firmeza que ellos no se van a mover de su posición: no aceptarán la entrada de Podemos en el Consejo de Ministros, pero sí están dispuestos a incorporar a miembros de los 'morados' en cargos intermedios en el organigrama de la Administración General del Estado.
En las filas socialistas hay quien opina que Podemos tampoco debe tener asiento en la comisión de subsecretarios y secretarios de Estado que prepara los Consejos de Ministros, si bien fuentes de la dirección del partido aclaran que la oferta que Sánchez planteó a Iglesias abarca todo el organigrama de la Administración, con la única excepción del Ejecutivo, que la ley del Gobierno limita en exclusiva a presidente, vicepresidentes y ministros.
De hecho, más allá del gabinete de ministros, el organigrama de la Administración comprende, en sus niveles superiores, desde secretarías de Estado hasta las direcciones generales, pasando por secretarías generales y altos comisionados.
Dirigentes socialistas coinciden a la hora de señalar que, en un país como España donde no existe cultura de gobiernos de coalición, sería inimaginable montar el primero de ellos en el actual clima de desconfianza mutua. Recuerdan además las diferencias de calado que ambas formaciones mantienen en asuntos clave, desde el conflicto con el independentismo catalán a la inmigración.
NO HAY MIEDO A UNAS SEGUNDAS ELECCIONES
En el seno del Gobierno y del PSOE confían en que no se llegue al extremo de tener que ir a unas segundas elecciones, pero reconocen que, si fuese inevitable, a los socialistas no les asusta ese escenario, porque están convencidos de que mejorarían los resultados del 28 de abril y lograrían una subida sustancial de escaños, según los sondeos internos de los que disponen.
Creen en cambio que una repetición electoral perjudicaría a Podemos, porque el ciudadano tiende a castigar a la formación que percibe como la culpable del bloqueo. Precisamente por eso, tienen la esperanza puesta en que diputados 'morados' con temor a perder su escaño en una nueva convocatoria electoral ejerzan la presión suficiente sobre la cúpula del partido para lograr que vire.
El próximo 2 de julio, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fijará con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la fecha del debate de investidura, que ya han anunciado que tendrá lugar en el mismo mes de julio.
Previsiblemente, la investidura se programará para la segunda o cuarta semana de julio, dado que fijarla en la tercera implicaría que las segundas elecciones, de tener que convocarse, coincidieran con el puente de Todos los Santos del 1 de noviembre.
Está por ver si tras la investidura fallida Sánchez apretará para conseguir un acuerdo inmediato o esperará al mes de septiembre para retomar las negociaciones.