El Parlament se ha rebelado ante la suspensión de los diputados procesados por el Tribunal Supremo (TS), que el juez Pablo Llarena decretó el 27 de julio y que ha condicionado la actividad parlamentaria catalana desde entonces. No la ha acatado, pero ha aprobado que los diputados suspendidos por el Tribunal Supremo pueden designar a un compañero de su grupo en el que delegar sus derechos parlamentarios, incluido el voto.
Durante el pleno específico sobre esto, JxCat, ERC y CatComú han votado a favor del punto del dictamen presentado por JxCat y ERC, para que los diputados puedan delegar sus funciones; la CUP ha votado en contra; PSC-Units no ha votado, y Cs y PP incluso han abandonado el hemiciclo antes de la votación.
También se ha rechazado el punto del dictamen que proponía la suspensión de los diputados tal y como dicta el Supremo, con los votos en contra de JxCat, ERC, comuns y CUP, mientras que los otros grupos tampoco han participado de la votación.