- El nombre de Antoni Morral cobra fuerza tras el esquinazo de Artadi
- La portavoz de Junts per Cataluña era el nombre de consenso entre los soberanistas
- La CUP mantendrá su oposición a cualquier candidato que no sea Puigdemont
Se busca candidato. Requisitos: que sea el president de la Generalitat simbólico, con pocas atribuciones y que acepte que Carles Puigdemont tome las decisiones desde Alemania. Razón: la reunión de Junts per Cataluña de este sábado en Berlín. Después de que la portavoz de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, haya plantado al expresident catalán, Junts per Catalunya baraja un nombre de poco peso para asumir el rol de 'hombre de paja' que le tiene reservado Puigdemont. Sea quién sea finalmente el elegido para formar Govern antes del 22 de mayo, tendrá que sortear de nuevo a los tribunales Constitucional y Supremo.
La noticia ha caído como una bomba. Cuando todo el soberanismo menos, claro está, la CUP, había digerido la candidatura de Artadi y le había brindado su apoyo, esta ha decidido no quemarse con un papel de marioneta. Se ha reservado el puesto de consellera de la Presidencia y de portavoz del Govern, mientras ERC y Junts per Catalunya corren la enésima contrarreloj para nombrar un candidato que contente a todos los sectores independentistas.
La retirada de Artadi también tiene el trasfondo de que los cuatro diputados cupaires podían no sólo abstenerse, sino acabar por votar en su contra
“Será Puigdemont o el candidato que él decida”, según el parlamentario Albert Batet. Siempre y cuando la decisión no ponga en contra a la CUP. La retirada de Artadi también tiene el trasfondo de que los cuatro diputados cupaires podían no sólo abstenerse, sino acabar por votar en su contra, lo que mandaría al traste la aritmética parlamentaria que permite una investidura con mayoría simple -más votos a favor que en contra- en segunda vuelta.
“Votar a Artadi era mortal de necesidad para la CUP”, comenta Jordi Pacheco i Canals, decano del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Catalunya (Colpis). La doctora en economía por Harvard y exdirectora de Tributos y apuestas de la Generalitat representa la antítesis de la fuerza anticapitalista y era “una candidatura excesiva para ellos”, agrega.
¿HAY OPCIONES PARA PUIGDEMONT SIN QUE SE CONVOQUEN NUEVAS ELECCIONES?
La decisión sobre su sustituto se tomará este sábado durante la reunión del grupo parlamentario en Berlín. Un encuentro que se celebra también después de que el Parlament haya aprobado la reforma de la Ley de la Presidencia que ha impulsado Junts per Catalunya para poder hacer investiduras a distancia, es decir, sin que el candidato esté presencialmente en la Cámara.
A pesar de que coge fuerza Antoni Morral, número 18 de la lista de Puigdemont y exalcalde de Cerdanyola del Vallés, como candidato a la presidencia de la Generalitat, “no se descarta que el Parlament haga un último golpe de fuerza”, explica Pacheco i Canals, ya que la Cámara puede “optar por volver a investir a Puigdemont aunque este gesto sea anulado por el Tribunal Constitucional”, añade. En este escenario, “el Gobierno usará la fuerza del artículo 155 para volver a convocar elecciones”, aclara, ya que el Consejo de Ministros ha acordado impugnar la reforma de la Ley de la Presidencia.
Asimismo, apostar por Puigdemont pondría en riesgo a los miembros de la Mesa del Parlament, ya que si lo proponen incurrirían en desobediencia al Alto Tribunal, que recientemente suspendió la candidatura de Puigdemont a la Presidencia de la Generalitat.
El Parlament puede “optar por volver a investir a Puigdemont aunque este gesto sea anulado por el Tribunal Constitucional”
El otro escenario en el que pueden volver a celebrarse elecciones es que se llegue al 22 de mayo sin haber investido a un nuevo president. Si se agota el plazo, los catalanes deberán volver a las urnas el 15 de julio. “Es la mejor solución para preservar la calidad democrática”, señala el decano del Colpis, que cuestiona que un hipotético Govern pueda realizar una función ejecutiva con todas las garantías “porque han transcurrido seis meses desde las elecciones y porque no se pueden cumplir las promesas hechas en la campaña electoral, además de porque los actores han cambiado”.
Y mientras los soberanistas siguen deshojando la margarita de la investidura se agudiza el malestar entre entre los diputados constitucionalistas. Por una parte, afean al bloque independentista la “incertidumbre y la angustia que crea la parálisis institucional entre la ciudadanía”, lamenta Sonia Sierra, diputada de Ciudadanos, en declaraciones a 'Bolsamanía'. Por otra, desde el PSC, el diputado Raúl Moreno reivindica que se forme un Govern “efectivo que pueda ejercer como tal”.
OBSTÁCULOS PARA EL HOMBRE DE PAJA DE PUIGDEMONT
La presión para que el Parlament convoque el enésimo pleno de investidura -será el quinto- que desatasque la Legislatura llega desde todos los sectores. Incluso para el mismo Gobierno popular el vacío de poder en Cataluña se ha prolongado demasiado tiempo y crece la incomodidad ante una situación que está granjeando réditos electorales a Ciudadanos. Por este motivo, Pacheco i Canals ve plausible que el Ejecutivo de Mariano Rajoy haya pactado con el PNV que el Gobierno no recurra ante al Tribunal Constitucional la delegación de voto de Puigdemont y del exconseller de Sanidad, Toni Comín.
Pero si finalmente decidiera impugnarla, el bloque soberanista vería fracasar de nuevo otro intento de investidura, como ya pasó con el de Jordi Turull. En la primera ronda, el exportador del Govern sólo obtuvo 64 votos a favor, frente a 65 en contra y 4 abstenciones. La segunda ronda nunca se llevó a cabo porque Llarena volvió a enviarlo a la prisión de Estremera. De no contar con los apoyos de Puigdemot y Turull, en la Cámara catalana se viviría de nuevo el día de la marmota, ya que los votos a favor no superarían a los votos en contra.
Incluso para el mismo Gobierno popular el vacío de poder en Cataluña se ha prolongado demasiado tiempo y crece la incomodidad ante una situación que está granjeando réditos electorales a Ciudadanos
Quien sí han solicitado un recurso de amparo ante el Alto Tribunal ha sido Ciudadanos. Esta fórmula, al contrario que las impugnaciones del Gobierno, no suspende los efectos del acto o decisión que se recurre, por lo que aún no se ha barrado del todo la investidura del candidato que Puigdemont designe desde Berlín. Pero aún hay otra piedra en el camino: se espera que la semana próxima, el magistrado del Tribunal Supemo, Pablo Llarena cierre la causa contra los imputados por el proceso soberanista.
En cuanto los investigados sean formalmente acusados, los cinco diputados sobre los que pesan medidas cautelares, Oriol Junqueras, Jordi Sanchez, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva, quedarán inhabilitados, por lo que tampoco se podrá contar con su voto. Una circunstancia que, si bien alterará la composición del Parlament, no debería influir en las mayorías ya que “la lista simplemente correrá y entrarán los cinco siguientes nombres”, indica Pacheco i Canals.
Mucha tela por cortar a 18 días para que se agote la cuenta atrás de la investidura para el bloque soberanista a quien ya se le ha agotado el repertorio de ejercicios de funambulista y entre quienes la brecha se sigue ampliando. Mientras que Junts per Cataluña se aferra a la República, desde las filas de ERC se valora abandonar la unilateralidad y volver a la vía del derecho a decidir. Un enésimo giro de guión en el que tal vez se adivina una treta electoralista que anticipa el desenlace de esta historia.