- Gobierno y Generalitat van a por el 155 y la DUI, pero no se descarta un giro de última hora
El sentimiento de perplejidad que se desprende de los últimos movimientos en los Gobiernos de Mariano Rajoy y Carles Puigdemont no se le escapa ni siquiera a los analistas de Barclays. En un reciente análisis, el banco de inversión señala que, “ahora más que nunca”, el conflicto presenta posibilidades de “una escalada en las próximas 48 horas”. Sin embargo, se reafirman en su visión de que “la independencia sigue siendo extremadamente improbable”.
Sopesan los expertos Apolline Menut y Antonio García Pascual los acontecimientos que se pueden desarrollar este viernes y este sábado y avanzan que en cualquiera de los escenarios, “no se puede descartar un giro de última hora”. En este sentido, la jornada del jueves tuvo mucho de ‘cliffhangers’ y giros argumentales por parte, especialmente, del president de la Generalitat, Carles Puigdemont. De la independencia a las elecciones autonómicas para volver a la postura inicial, la vía unilateral.
La crisis parece ahora que desembocará en una declaración de independencia unilateral y en la aprobación del 155
Por otra parte, el Gobierno de Mariano Rajoy no se ha movido ni un ápice de su postura inicial, aunque se ha ampliado el plazo de presentación de enmiendas al texto mediante el que pretenden intervenir la Generalitat al amparo del artículo 155 de la Constitución. “En resumen -señalan desde Barclays- la crisis parece ahora que desembocará en una declaración de independencia unilateral y en la aprobación del 155”.
SIN GARANTÍAS DE APLICAR INMEDIATAMENTE EL 155
Punto y aparte merece, para los expertos del banco británico, la cuestión de si el Gobierno será capaz de desplegar sus medidas en su totalidad. “No está garantizado que puedan tomar el mando inmediato de los poderes ejecutivos en la región”, señalan. “Cataluña tiene un alto grado de autogobierno, comparable con algunas de las regiones más descentralizadas de Europa: tiene la plena responsabilidad de la ley civil, la policía, la educación, la salud, la industria, el comercio y los asuntos del consumidor, el medio ambiente, la investigación, el gobierno local, el turismo, el transporte, los medios de comunicación y muchas otras áreas”, señalan.
En el caso de desobediencia de los funcionarios, se preguntan Menut y García Pascual cómo van a ejercer el control ya que la administración regional tiene muy pocos empleados públicos del gobierno central.
“En general, seguimos creyendo que la independencia sigue siendo extremadamente improbable a corto plazo, ya que requeriría importantes cambios constitucionales”, concluyen. PP, PSOE y Ciudadanos, los partidos que defienden la unidad de España, ocupan más de dos tercios de los escaños en el parlamento español (254 de 350). “Desde nuestro punto de vista, es probable que la reforma constitucional afecte al sistema de financiación regional actual -y, más ampliamente, al marco regional-“, comentan. Aunque “esos cambios no incluyan la independencia como una opción, ya que ninguno de los tres partidos nacionales lo apoya”, redondean.