El atentado de Barcelona, el mayor ataque terrorista en suelo español desde el 11-M

Driss Oukabir, ciudadano de origen magrebí que vivió en el sur de Francia pero estaba afincado en Ripoll, ha sido detenido como presunto autor de los hechos

Aquel 11 de marzo de 2004 España amaneció con una triste noticia. Una cadena de atentados en la red de Cercanías de Madrid en plena hora punta provocaba el caos en la capital y volvía a traer el fantasma del miedo a la memoria de los españoles, aterrorizados durante años por los ataques de ETA. Una cadena de explosiones simultáneas en cuatro trenes con destino a la estación de Atocha dejó 192 muertos y 2.057 heridos. Sigue siendo el atentado más grave ocurrido en suelo europeo. Desde entonces el trabajo de las distintas fuerzas de seguridad del Estado había impedido nuevos ataques en España, arrestando a ciudadanos de todas las razas y nacionalidades bajo sospecha de haberse radicalizado o de estar perpetrando diversos ataques, y desarticulando células terroristas presentes a lo largo y ancho del país.

Hasta hoy. Un ciudadano de origen magrebí, que vivió en el sur de Francia pero estaba afincado en el municipio barcelonés de Ripoll, ha sido detenido por su presunta relación con los hechos acaecidos en Barcelona. Se trata de Driss Oukabir, cuya imagen ha corrido como la pólvora por las redes sociales. Según fuentes policiales, es quien alquiló la furgoneta blanca con la que se ha perpetrado el ataque en Las Ramblas. Otra persona ha sido detenida, mientras que el conductor del vehículo permanece huido. Las fuerzas de seguridad ya le están buscando, y todo apunta a que es Moussa Oukabir, el hermano del detenido, que tiene 17 años. El terrorismo ha vuelto a sacudir a España trece años después, y la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo no ha tardado en mandar su "cariño, solidaridad y apoyo" a las víctimas del atentado de este jueves. La Asociación que preside Eulogio Paz Fernández ha mostrado sus condolencias en un comunicado y ha puesto a disposición de víctimas y familiares a su equipo de abogados y psicólogos para asistirles.

Aunque el terror no ha acabado con lo ocurrido en Barcelona. Horas después ha habido un nuevo episodio en Cambrils (Tarragona), donde cinco terroristas han muerto al intentar un nuevo ataque con un vehículo, que ha arrollado a varias personas y ha dejado seis heridos, dos de ellos de gravedad.

Pero Barcelona no ha sido la única ciudad en sufrir este tipo de ataques. En el último año se han sucedido numerosos atentados terroristas a lo largo y ancho de Europa, perpetrados también por radicales islamistas o personas vinculadas al autodenominado Estado Islámico (ISIS). Estos ataques han popularizado el término 'lobo solitario' para definir a los terroristas: personas que usando material explosivo adosado a sus propios cuerpos atacan zonas muy concurridas, como aeropuertos y plazas, o que usando un vehículo de grandes dimensiones como camiones o furgonetas embisten a la multitud congregada con motivo de una celebración o, como ha ocurrido en el caso de Barcelona, que caminaban por una de las zonas más turísticas de la ciudad.

LOS ATENTADOS EN EUROPA

El de Barcelona se convierte en el sexto atropello de estas características en Europa en apenas un año. El primero, y más grave de todos ellos, tuvo lugar hace exactamente un año y un mes en la ciudad francesa de Niza, durante la celebración del Día de la Bastilla, fiesta nacional en el país vecino. El 14 de julio de 2016 un individuo atropelló con un camión alquilado a cientos de personas que asistían a un espectáculo pirotécnico en el Paseo de los Ingleses, acabando con la vida de 86 personas.

Tras él, llegaron Berlín, Londres y Estocolmo. Cinco meses después el terror volvió a azotar al Viejo Continente, y más concretamente a Alemania. El 19 de diciembre de 2016 once personas perdieron la vida y otro medio centenar resultaron heridas en otro atropello masivo que se llevó a cabo con un camión robado contra un mercadillo navideño berlinés. El Estado Islámico, igual que hiciese en el caso de Niza, identificó al terrorista como miembro de la organización.

Y en el mes de marzo Londres fue el objetivo. El primero de los ataques que ha sufrido este año tuvo lugar el día 22 de ese mes, cuando un simpatizando del Estado Islámico mató a cuatro personas en el Puente de Westminster, tras embestir con un todoterreno a los viandantes, y también acabó con la vida de un policía, al que atacó con un cuchillo cuando intentaba detenerle tras haber abandonado el vehículo, ya en las afueras del Parlamento británico.

No habían pasado ni tres meses cuando, el 3 de junio, tres terroristas perpetraron un atropello en el Puente de Londres, en el inicio de una cadena de acciones que concluyó con apuñalamientos en una zona de ocio cercana. Otro ataque reivindicado por el Estado Islámico.

Entre medias de esos dos ataques en la capital británica, Suecia fue objeto también de los terroristas. En abril, concretamente el día 7, cuatro personas perdieron la vida en Estocolmo después de que una furgoneta de reparto embistiese a un grupo de personas en una zona peatonal.