El alcalde de Ripoll (Gerona), Jordi Munell, ha asegurado que los familiares de los terroristas que atentaron en Barcelona y Cambrils (Tarragona), vecinos de la localidad que gobierna, "también son víctimas y tienen miedo" de la reacción que puedan tener sus vecinos hacia ellos.
"Sería un éxito de los talibanes dividir a la sociedad. Si esto es así, hemos dado la razón a los terroristas", ha declarado el regente de Ripoll en declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, y ha pedido a sus conciudadanos que sean "capaces de diferenciar" y no estigmaticen a los padres y hermanos de los terroristas por los actos que han cometido. "La sociedad debe ser más inteligente de lo que busca el Estado Islámico (EI) y no caer en esa presa fácil de identificar a todo aquel que practica el islam con el EI", ha insistido.
Asimismo, Munell ha expresado "sorpresa, estupor, humillación, rabia y dolor" por el hecho de que los terroristas que actuaron en Barcelona y en Cambrils, así como el imán que presuntamente radicalizó a los jóvenes que integraban la célula yihadista, conviviesen en la localidad catalana "con aparente vida normal".
"NADIE SOSPECHÓ NADA"
Tras lo sucedido, Munell ha afirmado que Ripoll se halla en "proceso de duelo" y en "estado de shock". Sobre la radicalización de los componentes de este comando yihadista, el alcalde de la población gerundense ha explicado que "a hecho pasado" sí se escucha que últimamente rezaban más o que tenían más reuniones con el imán Abdelbaki Es Satty, pero que en Ripoll "nadie sospechó nada".
En este sentido, ha añadido además que tampoco había indicios de que el propio imán estuviese radicalizado porque, según ha detallado, en el momento en el que la comunidad musulmana de Ripoll observa un imán que "choca con la postura occidental" o con aspectos "punibles" en el islam se le pide su cese y se busca un sustituto.