trump harris

La carrera electoral en Estados Unidos va ganando temperatura a medida que se acerca el 5 de noviembre, fecha en la que los ciudadanos del país acudirán a las urnas para decidir entre dar continuidad a las políticas demócratas con Kamala Harris o bien proporcionar una oportunidad a las medidas del líder republicano y expresidente del país, Donald Trump. Las encuestas predicen un resultado muy igualado, y algunas incluso apuntan al empate técnico, aunque para las bolsas no parece ser tan relevante.

Los analistas consideran que las elecciones tendrán un impacto "modesto" en los mercados, aunque anticipan un periodo de elevada volatilidad a causa de los comicios. En Deutsche Bank apuntan que el índice VIX, que mide la volatilidad en las bolsas, "suele subir en torno a la temporada electoral, fluctuando en línea con el Índice de Incertidumbre sobre Políticas Económicas".

"Cuando el VIX ha tocado techo en julio o agosto antes de unas elecciones de noviembre, normalmente las ha ganado el partido en el poder. No obstante, después de los comicios, el VIX siempre ha descendido, independientemente del resultado electoral", detallan.

De esta manera, consideran que, "aunque la volatilidad a corto plazo es habitual en los mercados al entrar en la temporada electoral, es importante separar el ruido de lo que mueve la rentabilidad de los mercados de renta variable a largo plazo, que depende de unos fundamentos sólidos".

"En el pasado, los mercados bursátiles se han dejado influir poco a medio plazo por quién se traslada a la Casa Blanca, lo que confirma el viejo dicho bursátil de que en las bolsas, la política tiene poco recorrido", agregan.

En lo que respecta a la rentabilidad de los activos, los datos muestran que, en promedio, el índice S&P 500 gana 2,5 puntos menos en el año de unas elecciones presidenciales, "rezagándose ligeramente respecto al resto de años". Históricamente, según los datos de los rendimientos del mercado en los años electorales entre 1980 y 2020, las bolsas suelen repuntar después de la votación hasta el día de la inauguración, tras una "notable rentabilidad inferior preelectoral debido a la incertidumbre en el mercado".

COMPORTAMIENTO POR SECTORES

Aunque se espera poca repercusión para las bolsas en su conjunto, el resultado de las elecciones puede influir en el comportamiento de determinados sectores, como el tecnológico, que en los últimos años ha sido uno de los principales protagonistas de la renta variable a ambos lados del Atlántico.

Una victoria de Trump en las urnas podría suponer una prórroga completa de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017, mientras que Harris optaría por "mantener los recortes de impuestos para la clase media, pero aumentarlos para las personas acaudaladas y volver a elevar el tipo impositivo para las empresas".

En este contexto, "una reducción del tipo impositivo para las empresas comportaría un mayor gasto en I+D y otras iniciativas de innovación en torno a la IA y las capacidades de gestión de datos en la nube, lo que podría contribuir a impulsar el sector tecnológico".

"Trump podría tratar de revocar la Orden Ejecutiva de Biden sobre un desarrollo seguro y fiable de la inteligencia artificial y preparar planes para aumentar las inversiones en IA relacionadas con el sector militar, lo que podría fomentar el crecimiento del sector. Harris seguramente mantendrá las líneas de la actual Orden Ejecutiva de Biden para continuar sentando unas bases normativas", anticipan.

Por otro lado, los analistas consideran que "el sector financiero se beneficiaría si Trump es presidente", gracias a "la reducción del impuesto de sociedades y una posible relajación de las medidas normativas en torno a Basilea III y los requisitos de capital CET".

Mientras, "Harris podría mantener la vigilancia de las comisiones y las prácticas de préstamos al consumo por parte de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB), mientras que tal vez no serían objeto de más vigilancia bajo una presidencia de Trump".

Para Arun Sai, estratega multiactivos en Pictet AM, "es probable que una presidencia de Donald Trump sea positiva para la renta variable estadounidense y menos para la deuda soberna de EEUU".

"Una presidencia de Trump puede ser positiva para el dólar, pesar de su objetivo declarado de debilidad para el billete verde para respaldar las exportaciones estadounidenses. Una victoria de Kamala Harris puede ser positiva para los activos de mercados emergentes, pero no para el dólar", asegura.

EXPECTATIVAS DE INFLACIÓN

En lo que respecta al comportamiento de los precios, Sai indica que una hipotética victoria de Trump "sugiere aranceles proteccionistas, especialmente contra China", aunque, sin mayoría en el Congreso, le resultará "difícil instituir grandes programas fiscales".

"Con todo es poco probable que la combinación de políticas comerciales y antiinmigración sea estimulante para la economía, pero si inflacionaria -y ligeramente negativa para los bonos-. En este escenario pueden convenir posiciones en renta variable estadounidense, especialmente acciones de pequeña capitalización, que se pueden beneficiar de manera especial de una reducción de impuestos y agenda política que favorezca a las empresas nacionales", manifiesta.

Si finalmente es Kamala Harris la ganadora de los comicios, "el escenario puede ser de 'casi statu quo', más cercano a la combinación actual de políticas y de prioridades, neutral para el crecimiento económico y la inflación".

"Es probable que generase mayor déficit presupuestario, pero los déficits no serían tan elevados como con Trump. Las industrias expuestas a política industrial, desde semiconductores hasta energías renovables se verían aliviadas, pues Harris no sería tan proteccionista como Trump y está a favor de una economía baja en carbono. En este escenario puede convenir tomar posiciones en acciones japonesas y mercados emergentes, energías renovables, automóviles e infraestructuras, pero a la baja en el dólar", concluye.

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