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Deutsche Bank mira especialmente expectante el resultado de las elecciones de EEUU. Desde que el NY Times publicara a finales del pasado mes que el banco alemán ha concedido préstamos multimillonarios a la Trump Organization, la mala publicidad ha aguijoneado a una entidad que ya de por sí tiene sus propios problemas.
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Según Reuters, que cita a tres altos cargos de Deutsche Bank, la entidad financiera germana quiere "romper" sus lazos con el hasta ahora presidente de EEUU y, si pierde las elecciones, todo será más fácil.
La Trump Organization debe 340 millones de dólares en préstamos pendientes de pago a Deutsche Bank, según la documentación presentada por el propio republicano en la Oficina de Ética Gubernamental de EEUU el pasado mes de julio, y según apunta una fuente del banco.
Esta cantidad está distribuida a lo largo de tres préstamos, que afectan a las propiedades de Trump y vencerán en los dos próximos años. A lo largo de los últimos años, la entidad alemana ha prestado al actual inquilino de la Casa Blanca más de 2.000 millones.
Dos de las fuentes citadas por la agencia de noticias subraya que, una de las ideas pasa por vender los préstamos en el mercado secundario, pero desde Deutsche están teniendo problemas para encontrar compradores. Los germanos buscan formas de romper su relación con Trump desde 2006, año en el que creó un grupo específico de trabajo para revisar su vínculo con el por entonces presidente electo de EEUU.
SI ES REELEGIDO, MÁS DOLORES DE CABEZA PARA DEUTSCHE
Si el republicano no es reelegido, Deutsche lo tendría más fácil para demandar el pago de sus préstamos porque Trump pasaría a ser considerado un ciudadano, 'sin más'. Como él mismo se ha presentado como aval de todos ellos, el banco podría incluso quedarse con algunos de sus activos si es incapaz de asumir los pagos.
Si Trump repite como presidente, dos de las fuentes apuntan que Deutsche no querría la mala publicidad derivada de quedarse con los activos del hombre más poderoso del mundo y, probablemente se vería obligado a extender los plazos de los préstamos hasta que el republicano abandonara la Casa Blanca.
