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Las elecciones de EEUU serán uno de los grandes temas que marquen el devenir de 2024, y a menos ya de 12 meses para los comicios, los analistas comienzan a valorar cuál será su implicación sobre los mercados, para los que, como apuntan desde J. Safra Sarasin, "el resultado más favorable es aquel en el que el presidente en ejercicio es reelegido y el banco central relaja su política monetaria".

Wolf von Rotberg, estratega de renta variable en J. Safra Sarasin Sustainable AM, considera que este resultado "es posible en 2024", aunque advierte de que "para lograrlo habría que evitar una recesión". "En los últimos 50 años, el partido gobernante siempre ha perdido la Casa Blanca cuando se ha producido una recesión durante el año electoral", explica.

Atendiendo a los datos de las últimas décadas, si el Gobierno en funciones permanece en el poder, la renta variable "tiende a subir más durante el año siguiente", mientras que se mantiene "casi plana", en término medio, si el Gobierno cambia después de dos mandatos.

"Una presidencia de un mandato suele ir seguida de una subida de la renta variable de aproximadamente el 10% durante el año siguiente, lo que estaría más o menos en consonancia con los años no electorales. Además, los recortes de tipos de la Fed tienden a favorecer el comportamiento del mercado en años de comicios", asegura.

La naturaleza de la carrera presidencial parece tener "poco impacto" en el rendimiento de los mercados antes de las elecciones, mientras que tiende a tener un "mayor impacto" después de que se hayan realizado los comicios. En este sentido, Von Rotberg explica que, "independientemente de si se trata de una carrera abierta (entre dos nuevos candidatos) o entre el candidato en el cargo y otro aspirante, el S&P 500 suele ganar entre un 7% y un 16% en los 12 meses anteriores".

Una vez pasada la fecha de las elecciones, la diferencia de rendimiento entre los distintos resultados "se amplía significativamente". "Las mayores ganancias del mercado de renta variable se observan normalmente tras la reelección del presidente en funciones (+19% durante el año siguiente), mientras que un nuevo presidente en unas elecciones abiertas sólo ha visto ganar al mercado un 3% de media durante los 12 primeros meses de su mandato", destaca.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que "el resultado electoral en sí no es independiente del mercado y del ciclo", como muestra el hecho de que, en los últimos 50 años, "ningún partido en el poder ha logrado ganar unas elecciones si la economía estadounidense estaba en recesión durante el año electoral".

"Por lo tanto, la reelección de la actual administración puede depender en gran medida de la trayectoria de la economía en los próximos 12 meses, que esperamos que se suavice y entre en una recesión poco profunda a mediados de 2024. Ese momento podría ser el adecuado para añadir riesgo, independientemente de las consideraciones políticas que se tengan en cuenta en la votación de noviembre", destaca.

¿UN NUEVO COMBATE ENTRE BIDEN Y TRUMP?

Aunque los dos principales partidos del país, el Demócrata y el Republicano, todavía no han definido a sus candidatos en las elecciones primarias, parece probable una reedición de los últimos comicios entre Joe Biden y Donald Trump.

"El actual presidente, Joe Biden, aspira a un segundo mandato y, sin apenas oposición, se perfila como el candidato demócrata. Su predecesor, Donald Trump, se enfrenta a una gran competencia en las primarias republicanas, pero ha establecido una ventaja de casi 45 puntos sobre su contrincante más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Así que, aunque nada está garantizado en política, un segundo combate entre Biden y Trump parece casi seguro", destaca George Brown, economista de Schroders.

Más allá del resultado de los comicios, apunta que "la victoria no significará gran cosa si no logran hacerse con el control del poder legislativo". En estas elecciones, los 435 escaños de la Cámara de Representantes se someten a reelección y 34 de los 100 escaños del Senado estarán en disputa.

Sobre quién es el favorito para las elecciones, el analista considera que "Biden tiene muchas razones para ser optimista sobre sus posibilidades de reelección", puesto que "además de la ventaja que supone su cargo actual, está supervisando una economía fuerte, un mercado laboral restrictivo y una inflación en franca desaceleración".

"Si es reelegido, Biden podría intentar resucitar su agenda legislativa original. Sus propuestas iniciales de 'Build Back Better en 2021' incluían 3,5 billones de dólares de gasto en programas medioambientales y sociales, más del 10% del PIB", destaca.

Sin embargo, no puede descartarse un triunfo de Trump, quien parte como favorito para casi todas las casas de apuestas, aunque "primero debe asegurarse la nominación republicana".

"Suponiendo que Trump tenga éxito en su intento de volver a ocupar la Casa Blanca, es difícil determinar qué intentaría conseguir dada su reputación de fanfarrón. Según 'PolitiFact', ha incumplido algo más de la mitad de sus promesas electorales y solo ha cumplido una cuarta parte. Y de las casi 1.000 declaraciones que se han comprobado, alrededor del 75% resultaron ser, al menos en su mayor parte, falsas", asegura.

Sobre un eventual segundo mandato de Trump, considera que "la única certeza es la incertidumbre", y es que existe la posibilidad de que sea "condenado y encarcelado", lo que "podría conducir a una larga crisis constitucional e incluso a una insurrección".

"Además, su política exterior podría aislar aún más a Estados Unidos, sobre todo si opta por reducir las sanciones impuestas a Rusia. En consecuencia, los inversores deberían prepararse para la volatilidad, que podría provocar una huida hacia la seguridad, con un repunte de la deuda pública y del oro", concluye.

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