El coronavirus no es solo un gran quebradero de cabeza para China. El virus de Wuhan sigue con su expansión, pese a que el número de contagios crece cada vez más lentamente, y ya ha puesto en jaque a Corea del Sur que trata de mantenerlo bajo control como sea.
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Las autoridades sanitarias surcoreanas han identificado 52 nuevos casos y la cifra total asciende ya a los 156 en el país, la mayoría de ellos hallados desde el pasado miércoles en apenas unos días.
El brote está afectando especialmente a la ciudad de Daegu y el país empieza ya a temer que el virus acabe por expandirse al resto de la región. La pandemia ya ha llegado al ejército surcoreano, con dos casos identificados de soldados que visitaron recientemente la zona más afectada.
El Primer Ministro surcoreano, Chung Se-kyun, se dirigió al país desde la televisión nacional para reconocer que "un mes después de haber empezado el brote, hemos entrado en una fase de emergencia y ahora nos centraremos en evitar que se expanda a nuestras localidades".
En China, el coronavirus ha llegado también a las prisiones y se ha informado de 512 casos de presidiarios que padecen esta afección. Todos ellos, están ingresados en instalaciones localizadas en la provincia de Hubei, epicentro del virus.
