El independentismo retiene una mayoría que eclipsa el histórico triunfo de Arrimadas en el 21-D

Junts per Cataluña cae a la segunda posición en porcentaje de voto, hasta el 21,66% y se queda tres escaños por debajo de la formación de Inés Arrimadas. ERC se coloca como tercera fuerza con el 21,40% de los electores. La suma de los dos partidos independentistas alcanza 70 escaños -la mayoría absoluta está en 68- y el 47,5% de los votos, con 34 para la candidatura del expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, y 32 para el partido del expresident, Oriol Junqueras.

El PSC de Miquel Iceta añade un diputado más que hasta ahora y sube a 17 (13,86% de porcentaje de votantes). Catalunya En Comú-Podem, por su parte, pierde tres representantes y baja hasta los 8 escaños (7,44% de votos). La CUP se desploma 6 asientos, hasta los 4 (4,45%) y el PP de Xavier García Albiol protagoniza un descalabro al obteber sólo 3 escaños, (4,24%) desde los 11 actuales.

EL BLOQUE SOBERANISTA SE BASTA SOLO

La radiografía final se aleja de las previsiones de todos los sondeos y encuestas que no auguraban que el bloque separatista reeditara la mayoría parlamentaria. Hasta los sondeos a pie de urna lo dejaban en el aire, ya que si bien perfilaban con claridad la victoria de Ciudadanos, colocaban a la candidatura de Puigdemont en tercera posición, por debajo de ERC y con no más de 29 escaños.

La ausencia de Junqueras, encarcelado el Estremera, durante la campaña le ha pasado factura a la candidatura de los republicanos

La sorpresa de los de Junts per Cataluña, que ven avalada su estrategia de exiliarse a Bruselas y llevar como número dos de la lista al expresidente de la ANC, Jordi Sánchez, contrasta con la decepción de los republicanos. La ausencia de Junqueras, encarcelado en Estremera, durante la campaña le ha pasado factura a la candidatura de ERC, que ha dejado en manos de su número dos, Marta Rovira, llevar la voz cantante en la carrera hacia las urnas. A dos asientos y poco más de 10.000 votos de Junts per Cataluña, ven como se esfuman las opciones de hacerse con la presidencia de la Generalitat.

En cualquier caso, junto a los cuatro diputados de la CUP, que se ha visto muy castigada y ha devuelto a ERC los votantes que tomó prestados en los comicios de 2015, el bloque secesionista llega a los 70 escaños, suficientes para restituir a Carles Puigdemont en la presidencia del Govern en la primera ronda de la investidura.

Y ante el separatismo se ha alzado el voto útil contra el independentismo, que se ha decantado por Arrimadas, en detrimento especialmente del PP, que ha visto evaporarse 7 parlamentarios y, con sus cuatro diputados, no podrá formar grupo propio y acabará en el grupo mixto -que compartirá con la CUP-. El otro aliado de la formación naranja ha sido la histórica participación del 82% que ha teñido de naranja numerosos municipios catalanes, especialmente el conocido cinturón rojo del área metropolitana de Barcelona.

La decepción también se apodera de un PSC que se ha revelado como la gran burbuja electoral de este 2017. Sólo suben un escaño desde la representación anterior y se quedan sin fuerza para intentar un gobierno alternativo con las fuerzas constitucionalistas. La suma de Ciudadanos, PSC y PP alcanza 57 escaños.

Y ni siquiera con los 8 asientos de los ‘comuns’ llegarían a los 68 necesarios. La fuerza de Xavier Domenech se ha quedado lejos de ser la llave de nada después de revelarse que los soberanistas suman por ellos mismos.

PASOS A SEGUIR

Según la ley catalana de la Presidencia de la Generalitat, el Parlament tiene hasta el 23 de enero para constituirse, hasta el 6 de febrero para celebrar el primer debate de investidura y, si no logra elegir a un presidente, repetirlo sucesivamente con el 7 de abril de fecha límite; si no lo logran, deberían volverse a celebrar los comicios.

Una incógnita planea tras el 21 de diciembre: si Puigdemont y el resto de consellers huidos regresarán de Bruselas para ejercer de diputados, ante el riesgo al que se exponen de acabar también en prisión.