El PP puede dar su brazo a torcer. Su líder, Pablo Casado, ha ofrecido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un estado de alarma de ocho semanas a cambio de que se modifique la ley.
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Sánchez anuncia que paraliza su reforma del CGPJ para llegar a un acuerdo con el PPCasado pide a Sánchez dos condiciones. La primera de ellas debe ser "limitar el plazo del estado de alarma a un máximo de ocho semanas". El líder del PP reconoce que "debería ser un mes, pero vamos a dar un margen que permita un acuerdo".
La segunda petición de los populares es "un marco nuevo" que permita modificar la Ley de medida extraordinarias en materia de salud pública. Una reforma que se haría en "ocho semanas" a lo sumo, y que permitirá a las propias CCAA confinar y limitar la movilidad de sus habitantes sin necesitar la cobertura jurídica del estado de alarma.
"La alarma es una excepcionalidad constitucional que tiene que ser tasada en el tiempo", afirma Casado, y "siempre tiene que estar sujeta a un control parlamentario", ha añadido. En este sentido, desde el PP creen que debe haber un "control jurisdiccional" del estado de alarma, para no caer en un acto inconstitucional.
Este acercamiento entre Sánchez y Casado llega solo días después de que el presidente del Gobierno anunciara que frena su reforma del CGPJ para llegar a un acuerdo con el PP.