• Avisa de que la izquierda sólo volverá a gobernar si hay diálogo entre el PSOE y Podemos
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El exministro socialista Josep Borrell considera que "nada impide" que el Comité Federal del PSOE de este sábado discuta también la posición que debe adoptar el partido para la gobernabilidad de España, porque basta con que alguien se levante y lo pida.

"Se modifica el orden del día y se discute. Y entonces el compañero Eduardo Madina tendrá que salir de su indecisión y la señora Susana Díaz tendrá que sacar conclusiones expresas y explícitas, ahora que se ha enterado de que tenemos 85 diputados, de cómo vamos a la oposición", ha dicho en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press.

Borrell ha recalcado que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no ha hecho más que lo que le mandó el Comité Federal --rechazar un Gobierno de Rajoy--. Así, puesto que Díaz insiste en que con 85 diputados no se puede gobernar, le ha recordado que esa cifra se conoce desde el 26J, de modo que ya entonces "tenía que haber sido consecuente y haber dicho 'nos tenemos que abstener".

Aunque no ha querido calificar de "golpe de Estado" la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva para intentar la marcha de Sánchez, ha dicho que si lo fuese "estaría organizado por un sargento chusquero". Además, ha remarcado que eso ha creado una "situación irreversible" y ahora los Estatutos sólo dejan una salida: cuando la Ejecutiva queda reducida a menos de la mitad el Comité Federal tiene que convocar un congreso extraordinario y lo único que puede debatirse son sus plazos. De hecho, ha incidido en que la figura de la gestora que quieren los críticos no existe en los Estatutos del PSOE, y que en el año 2000 se creó una porque se ofreció al dimitido Joaquín Almunia seguir en funciones hasta el congreso pero éste no quiso.

NO ERA PARTIDARIO DEL PLAN DE SÁNCHEZ

Con todo, el exministro ha hecho hincapié en que él no está "en ningún bando" y ha dejado claro que no le gustaba la propuesta de Pedro Sánchez de celebrar primarias el 23 de octubre y congreso en diciembre. Esa propuesta era reversible, pero la situación actual no, ha lamentado.

Pese a ello, ha avanzado que él acudirá al Comité Federal de este sábado a defender lo que cree que debieron hacer: no convocar primarias ni congreso, sino decir no a Mariano Rajoy, y una vez hecho eso, "misión cumplida" y encargar al secretario general que buscase una alternativa. Posteriormente, dado que no se iba a formar gobierno con los independentistas, volver a convocar al Comité Federal para debatir si optan por la abstención o por terceras elecciones. Preguntado si él le expuso esta opción a Sánchez, ha respondido que él no habla tanto con él. En todo caso, ha hecho un llamamiento a todos para que "encuentren puntos de diálogo" y evitar una "implosión" del PSOE.

"MUCHOS DE NUESTROS HIJOS ESTÁN EN PODEMOS"

También ha admitido que en la crisis abierta, además de una pugna por el poder, hay un debate sobre la relación con el PP y también con Podemos, y ha remarcado que el PSOE tendrá que hablare con Pablo Iglesias, porque tiene cinco millones de votos y "muchos de los hijos de socialistas están ahí".

Es más, ha advertido de que la izquierda no volverá a gobernar si no hay "una convergencia o aproximación de las dos grandes fuerzas". "Vale que no nos gusten algunas posiciones, que sean utópicos, que nos traten mal en algunas comunidades autónomas o que sean difíciles de lidiar, pero son cinco millones de votantes de los cuales al menos tres deberían estar votando socialista y no lo hacen", ha señalado. Por eso, cuando se les demoniza y se dice "con ellos a ninguna parte" a Borrell le recuerda las pugnas entre UGT y CCOO en los años ochenta, enfrentamiento que terminó, décadas después, con una "entente cordiale y unidad de acción".

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