Boris Johnson, consiguió sacar adelante este lunes la primera votación para aprobar la legislación que romperá unilateralmente el acuerdo sobre el Brexit alcanzado con Bruselas. El primer ministro británico defendió la Ley del Mercado Interno del Reino Unido, alegando que se trata de un "colchón de seguridad" ante una Unión Europea (UE) "irrazonable"
Sin embargo salió algo debilitado de la sesión parlamentaria, ya que fue acusado, por propios y ajenos, de minar la reputación de Reino Unido. La votación en Westminster se saldó con 340 votos a favor y 263 en contra. No obstante, se produjo la primera revolución interna en el partido conservador liderado por Johnson, con la abstención de hasta 30 tories y dos votos en contra.
De hecho, antes de la sesión parlamentaria recibió varios dardos de relevantes compañeros de partido. "Simplemente no puedo aprobar o respaldar una situación en la que nos retractamos de nuestra palabra", apuntaba el exabogado general del Estado, Geoffrey Cox, a la cadena Times Radio.
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Ultimátum de la UE a Johnson: debe cambiar la ley que romperá el acuerdo del BrexitDurante su intervención, Johnson aseguró que su intención sigue siendo alcanzar un acuerdo comercial con el bloque comunitario antes del 31 de diciembre. Pero desde Bruselas tienen claro que estas negociaciones fracasarán si esta nueva legislación sigue adelante.
Esta norma permitiría al Ejecutivo británico anular partes del acuerdo sobre el Brexit para asegurar que las empresas de Irlanda del Norte tendrán "acceso sin restricciones" al mercado interno de Reino Unido, lo que podría crear obstáculos al comercio con el resto de la isla de Irlanda.
"No podemos llegar a una situación en la que las fronteras de nuestro propio país sean dictadas por un poder extranjero o por una organización internacional. Ningún primer ministro podría permitirlo", alegaba Johnson.
Desde la oposición, el laborista Ed Miliband se mostró preocupado por la reputación de Reino Unido. "Nunca pensé, cada vez que intervine antes desde esta tribuna, que la idea de que la legalidad internacional debe ser respetada sería objeto de división en este Parlamento", lamentó. Además, en un cara a cara con Jonhson, insinuó que el primer ministro no había leído el acuerdo con la UE ni la nueva ley que se votaba. "Estaría bien que, por primera vez en toda su trayectoria política, fuera capaz de asumir su responsabilidad", le reprendió.