El primer debate entre Joe Biden y Donald Trump de cara a las elecciones presidenciales de noviembre se presenta como la cita más destacada de este jueves. El evento será seguido con mucha atención por millones de personas y también por los mercados, ya que los dos candidatos tienen visiones enfrentadas sobre la economía internacional y del país.
R.J. Gallo, gestor sénior de carteras de renta fija de Federated Hermes, asegura que "los mercados prestarán mucha atención para ver si el debate presidencial entre estos dos candidatos bien establecidos proporciona el impulso para un cambio en la probabilidad de que cualquiera de los dos gane, en lo que parece ser una elección a cara o cruz".
"El presidente Biden y el expresidente Trump difieren materialmente en una amplia gama de cuestiones, como la política regulatoria, la política fiscal, la inmigración y las relaciones internacionales. Dicho esto, comparten una visión escéptica y adversa hacia el libre comercio, aunque el expresidente Trump parece predispuesto a emplear aranceles de forma aún más agresiva si vuelve a ocupar la Casa Blanca", comenta.
Las diferencias políticas entre los dos candidatos, agrega Gallo, "probablemente signifiquen que la elección del electorado estadounidense precipitará diferentes direcciones del poder ejecutivo en una serie de áreas temáticas clave, entre ellas: las políticas sanitaria, medioambiental y antimonopolio; los tipos del impuesto sobre la renta; la inmigración y su efecto sobre los salarios y la inflación; la política estadounidense en el conflicto con Ucrania; y el efecto sobre la inflación y el mercado laboral de la modificación de las restricciones comerciales".
"Por supuesto, si los votantes estadounidenses producen un Gobierno dividido con el Senado y/o la Cámara de Representantes en manos del partido opuesto al de la Casa Blanca, los grandes cambios políticos parecerían mucho menos probables", agrega.
"UN PARTIDO EN CASA PARA BIDEN"
El debate de esta noche puede ayudar a definir el voto de una parte del electorado indecisa, y para los analistas de Rabobank se presenta como "un partido en casa" para el actual presidente, ya que "no habrá audiencia en el estudio, lo que favorece a Biden, porque le facilitará mantener la concentración".
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Biden y Trump luchan por ser "el más duro para el comercio" antes de las elecciones"Asimismo, los micrófonos quedarán silenciados excepto para el candidato al que le corresponda hablar. Sin embargo, no habrá notas escritas previamente ni otros accesorios que le ayuden a recordar. Si bien habrá dos pausas comerciales, el personal de campaña no podrá interactuar con su candidato durante ese tiempo", aseguran.
Sin embargo, Biden cuenta con la desventaja de verse por debajo en las encuestas, por lo que la cita se muestra como una ocasión clave para sumar votos y mejorar las sensaciones de cara a los comicios de noviembre.
"El hecho de que el primer debate se celebre tan temprano en el año (normalmente comienzan en septiembre o principios de octubre) muestra que los demócratas están desesperados por cambiar la dinámica electoral. Desde septiembre de 2023, Trump lidera las encuestas y su condena legal en el caso Stormy Daniels sólo afectó ligeramente sus perspectivas", añaden desde Rabobank.
En este contexto, parece claro que el actual presidente "necesita pasar al ataque" esta noche, mientras que se espera un Donald Trump más comedido que en otras ocasiones, y todo parece indicar que dedicará buena parte de su tiempo a defenderse de las acusaciones sobre los juicios abiertos en su contra y su implicación en el asalto al Capitolio de 2021.
"Si Trump se muestra tranquilo y compara sus resultados en materia de economía, fronteras y guerras en el extranjero, muy bien podría contrarrestar los ataques a su carácter y a sus acciones del 6 de enero de 2021. La desventaja podría ser mayor para Biden, si las dudas sobre su edad se ven reforzados por este debate. Sería más difícil recuperarse de eso que de que Trump se saliera del guion y cavara un hoyo para sí mismo", concluyen.