El presidente de EEUU, Joe Biden, ha aceptado, "en principio", una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, en lo que podría representar un último esfuerzo de diplomacia sobre las tensiones en torno a Ucrania y una posible vía para evitar una inminente invasión dirigida por Moscú, informan este lunes todos los medios internacionales.
Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo este domingo por la noche que la cumbre entre los dos líderes mundiales se produciría tras una reunión entre el secretario de Estado, Antony Blinken, y su homólogo ruso, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov. Esa reunión está prevista para finales de esta semana.
Psaki señaló que el acuerdo está condicionado a que Moscú se abstenga de realizar una invasión. Por su parte, el Kremlin ha señalado este lunes que aún no hay planes concretos sobre este encuentro.
La reunión entre ambos mandatarios ha sido propuesta por el presidente francés, Emmanuel Macron. Las discusiones se centrarían en la seguridad y la estabilidad estratégica en Europa, seguidas de una segunda cumbre con las partes interesadas, dijo la oficina presidencial francesa en un comunicado. La oficina de Macron añadió que, sólo este fin de semana, el presidente francés habló con Biden, Putin, el primer ministro británico, Boris Johnson, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
La noticia de un posible cara a cara entre Biden y Putin se produce mientras la Casa Blanca advierte de que una invasión rusa de Ucrania podría llegar en cualquier momento. Moscú lleva semanas aumentando su fuerza militar en las fronteras norte y este de su ex vecino soviético, y los últimos datos indican que la fuerza rusa es de unos 190.000 efectivos.
La posibilidad de un conflicto inminente obligó a Biden a renunciar este domingo a sus planes de regresar a su casa de Delaware tras una reunión de dos horas con su equipo de seguridad nacional. La abrupta cancelación de los planes del presidente para el fin de semana de vacaciones tiene un mayor significado en los últimos días, dada la creencia de la administración en una inminente ofensiva rusa.