En pocos días arranca el mes de abril y, con él, la cuenta atrás para una de las citas políticas más importantes del año: las elecciones presidenciales de Francia. La primera vuelta de estos comicios tendrá lugar el 10 de abril y la segunda, el 24 de abril. Emmanuel Macron sigue siendo el favorito de las encuestas, pero el impulso inicial de apoyo que había conseguido tras la invasión de Ucrania por parte de Vladimitir Putin ha desaparecido en gran medida.
Los expertos de Berenberg avisan de que la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, es vista ahora como "menos tóxica" por algunos votantes al haber abandonado su oposición a la Unión Europea (UE) y al euro.
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Para la primera vuelta de las votaciones se prevé una repetición de los resultados de 2017, cuando Macron, Le Pen y Jean Luc Melènchon obtuvieron un 24,0%, un 21,3% y un 19,6%, respectivamente. Sin embargo, para la segunda vuelta, el resultado de 2017 de Macron (66,1% frente al 33,9% de Le Pen) no sería tan holgado.
"Seguimos situando la probabilidad de que Macron sea elegido en el 75%. Sin embargo, hemos elevado el riesgo de que Le Pen pueda ganar del 5% al 10% mientras que rebajamos las posibilidades de Valérie Pécresse del 10% al 5%, dejando un 5% para Mèlenchon y Éric Zemmour", explica Berenberg.
"EN LA SENDA DE LAS REFORMAS"
Si Emmanuel Macron es reelegido, lo más probable es que mantenga a Francia "en la senda de las reformas", dicen estos expertos.
Aunque la pandemia ha frenado temporalmente su impulso reformista y ha contribuido a un importante alejamiento de la consolidación fiscal, Berenberg mantiene su afirmación de hace tiempo de que "Francia se encamina hacia una década dorada de crecimiento tendencial más rápido debido a las reformas que Macron encabezó como ministro de Economía en la última fase de la presidencia de Hollande y como presidente".
Debido a las reformas laborales, la reducción de los impuestos a las empresas y otras reformas, los datos franceses sobre la creación de empresas, el empleo y la inversión directa han mejorado. "En general, los datos apoyan nuestro optimismo sobre Francia", concluyen estos expertos.
