Opina que Grecia abusa de su posición creyendo que la Eurozona aceptará sus medidas por miedo a un contacto que ya no existe
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso ha asegurado que, por lo que él sabe, está "prácticamente asegurado" que el ministro de Economía, Luis de Guindos, será el próximo presidente del Eurogrupo. "Es un candidato muy fuerte y sería una excelente opción", ha dicho.
En este sentido, ha resaltado que España tiene una "influencia muy fuerte" en la UE mayor que, por ejemplo, la italiana, ya que con los diferentes presidentes que han pasado por nuestro país - Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy- ha sido posible "tener estabilidad" a diferencia de Italia donde "no sabían quién era el primer ministro porque siempre estaba cambiando".
En una entrevista en RNE recogida por Europa Press, Barroso ha opinado que en España hay una izquierda que está usando el discurso nacionalista en contra del resto de Europa y ha subrayado que le parece que es "igual de malo" que el de la extremaderecha de Marine Le Pen en Francia.
"Deberíamos ser más moderados y evitar posiciones extremistas ya sea de extrema izquierda o derecha", ha añadido, rehusando contestar si se refiere a Podemos porque no conoce bien al partido. Del mismo modo, no ha entrado a valorar la postura de Ciudadanos con respecto al AVE porque no quería entrar en la política interna española al no conocer bien los nuevos partidos. Eso sí, ha puesto de ejemplo su país, Portugal, y ha explicado que antes querían una conexión rápida y eficaz entre Lisboa y Madrid pero que por la crisis financiera no sabe si ahora mismo se dan las condiciones "para ir inmediatamente a este proyecto".
CATALUÑA: SI HAY UN NUEVO PAÍS TIENE QUE PEDIR ADHESIÓN A LA UE
En cuanto al proceso soberanista de Cataluña, ha resaltado que la postura de la UE es muy clara: "Si hay un nuevo país tiene que pedir la adhesión. "Yo tengo que respetar la soberanía de España y la especifidad catalana en el marco de Europa", ha añadido.
Barroso también ha hablado de la situación griega, asegurando que existen posibilidades de que este país abandone el euro, aunque desea que esto no suceda. En este contexto, ha explicado que durante su presidencia en la Comisión Europea trabajó mucho para que evitar su salida, con una gran división en Alemania y el FMI pidiendo su salida, porque si ésta era "atacada" después sería Portugal, Italia e incluso España.
No obstante, ha afirmado que Grecia está abusando de su posición, creyendo que sus socios van a aceptar algunas de sus medidas por miedo al riesgo de contagio. Un riesgo que, a su juicio, ya no existe y que hará que Grecia solo tenga dos alternativas: cumplir con las medidas que le exigen los demás países o salirse del euro.
LA SALIDA DE GRECIA DEL EURO ES POSIBLE
"Hoy, después de todos los sacrificios de Grecia es más posible que antes la salida del euro", ha insistido, remarcando que eso es malo para Grecia pero también para la Zona Euro, aunque "ésta puede seguir" sin el país heleno.
Además, ha señalado que hay otros países "mucho más duros" que el gobierno de Berlín con la situación griega y "se esconden detrás". "Me parece reductor presentar Alemania como el malo responsable de todo porque hay constelaciones de intereses muy diferentes", ha apostillado, remarcando que es "injusto" el discurso que se vierte sobre la canciller Angela Merkel.
También ha hablado de política de inmigración y ha instado a los Estados miembros a hacer más cosas en conjunto, siendo más precisos y aportando los medios que tiene cada país. Además, ha subrayado que le parece "esencial" tener una política de inmigración legal más estructurada.
En este sentido, ha lamentado el naufragio de la embarcación en la que intentaban llegar a Italia 400 inmigrantes que habrían muerto en aguas del Mediterráneo y la ha calificado la tragedia de "terrible". Asimismo, ha recordado que el estuvo en el naufragio de la isla de Lampedusa y es una de las imágenes que no va a olvidar.
Finalmente, ha calificado la intervención en 2003 en Irak de "error muy grave" y "una tragedia". Barroso ha explicado que los aliados les dijeron que los iraquíes tenían armas de destrucción masiva y que tenían los escenarios previstos para "el día de después". "Pregunté varias veces si había un plan para después y si las cosas podían encontrar su equilibrio y me dijeron que sí", ha explicado, subrayando que "desgraciadamente era mentira".