Arabia Saudí ha suspendido sus relaciones diplomáticas y comerciales con Canadá en respuesta a la llamada de Canadá a la liberación de los activistas por los derechos de las mujeres, una situación que pone de relieve la política exterior cada vez más radical de Arabia Saudí bajo el mandato del príncipe heredero, Mohammed bin Salman.
Arabia Saudí llamó a su embajador en Ottawa y ordenó la salida del embajador canadiense en Riad, al que pidió que abandonara el país en un plazo de 24 horas, según una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores. Canadá está "buscando dar claridad a este asunto", dijo un portavoz de la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland.
El ministro de Asuntos Exteriores saudí citó las declaraciones de Freeland y del embajador canadiense en Riad criticando los arrestos de activistas por los derechos de las mujeres, incluyendo el de Samar Badawi. Freeland precisó que Samar Badawi es una ciudadana canadiense cuyo hermano, Raif Badawi, un bloguero que criticaba al Gobierno, ya estaba encarcelado en Arabia Saudí.
"Las declaraciones de Canadá son una afrenta al reino que requiere una respuesta contundente para evitar que cualquiera intente entrometerse en la soberanía saudí", dijo el ministerio.
Bajo el mandato del príncipe Mohammed, el hijo del rey Salman, Arabia Saudí ha reaccionado de forma más agresiva contra países que considera que intervienen en sus asuntos internos. En poco más de un año, el reino ha encabezado una coalición de cuatro países que rompió los lazos con su vecino Qatar, llamó a su embajador en Alemania y redujo sus acuerdos comerciales con algunas empresas alemanas en medio de una disputa diplomática. También se le culpó de obligar al primer ministro libanés, Saad al-Hariri, a dimitir, acusación que niega.
"La ruptura de las relaciones diplomáticas saudíes con Canadá subraya cómo la'nueva' Arabia Saudí que Mohammed bin Salman está armando no está en absoluto de humor para tolerar ninguna forma de crítica de su manejo de los asuntos internos", dijo Kristian Ulrichsen, experto de Oriente Medio en el Instituto de Política Pública Baker de la Universidad de Rice en Texas, en declaraciones a Bloomberg.
La política exterior saudí comenzó a cambiar cuando el rey Salman sucedió a su difunto hermano Abdullah en 2015, y posicionó a su hijo como el príncipe más poderoso del reino. Como ministro de defensa, el príncipe Mohammed también está al cargo de la participación militar del reino en Yemen contra los rebeldes apoyados por Irán.
Bajo en mandato de líderes anteriores, Arabia Saudí se mostró más 'sutil' y optó en gran medida por la diplomacia, basándose principalmente en su poder financiero para ganar influencia.