• Rajoy premiará con la continuidad o incluso con un ascenso funcional a quienes hayan mostrado más competencia
  • Es previsible que algún alto cargo del partido con aspiraciones acceda al Gobierno
Rey felipe vi mariano rajoy

Rajoy es tan hermético como previsible, y además impone discreción absoluta a sus candidatos una vez designados y hasta que se hace público el nombramiento (un ministro que todavía lo es ha relatado recientemente cómo tuvo que ocultar durante tres días a su propia esposa la buena nueva), por lo que resulta una pérdida de tiempo hacer cábalas sobre el futuro equipo

Lo más que puede hacerse, partiendo de la referida previsibilidad, es enunciar algunas hipótesis probables.

Es pues previsible que Sáenz de Santamaría mantenga un estatus encumbrado y que De Guindos continúe coordinando el área económica

1.-Rajoy premiará con la continuidad o incluso con un ascenso funcional a quienes hayan mostrado más competencia y/o más brillo hayan dado al Ejecutivo durante la legislatura anterior. Es pues previsible que Sáenz de Santamaría mantenga un estatus encumbrado y que De Guindos continúe coordinando el área económica, a menos que el todavía ministro de Economía, que no es un político profesional (no tiene carné del PP), decida emprender otros rumbos, algo improbable hoy por hoy pero no descartable.

2.-Rajoy mantendrá a los ministros más eficientes que hayan mostrado más capacidad de interlocución en el ámbito parlamentario y en el diálogo social. Sería el caso de Fátima Báñez y el de Isabel García Tejerina.

3.-Es previsible que algún alto cargo del partido con aspiraciones acceda al gobierno para que haya al menos una mínima rotación. La secretaria general, Dolores de Cospedal, podría ir al Gobierno.

4.-Es previsible también que Rajoy introduzca en el Ejecutivo a algún miembro de la generación emergente que ya está establecida en las vicesecretarías. Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación; Javier Maroto, vicesecretario sectorial; Francisco Martínez Maíllo, vicesecretario de Organización, y Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas, podrían ser ministros. Por este orden de preferencia o por otro distinto.

5.-No parece probable que Rajoy acuda a nombrar independientes en puestos clave. La experiencia de José Ignacio Wert en 2011 no resultó del todo satisfactoria: aunque su presencia contribuyó a centrar el partido, su condición de ‘verso suelto’ generó problemas innecesarios.

Pasada la crisis, podría ser que Rajoy ampliara el consejo de ministros, desdoblando Administraciones Públicas y quizá la portavocía

6.-Aunque Rajoy no consultará su gobierno con Ciudadanos, es previsible que, para no dañar el pacto y facilitar los acuerdos, Rajoy prescinda de algunos ministros ‘quemados’, objetivo fácil de críticas acerbas. El lector sabe sin duda quiénes son.

7.-La continuidad de Montoro, que se descartó hace unos meses, parece hoy probable, a pesar de que hay fuentes de considerable peso y cercanas al poder que siguen descartándola. Si Montoro sigue, De Guindos no será vicepresidente económico.

Pasada la crisis, podría ser que Rajoy ampliara el consejo de ministros, desdoblando Administraciones Públicas y quizá la portavocía. Las tres vacantes que ya se han producido –las de Soria, Pastor y Alonso- y las nuevas carteras que puedan crearse permitirán a Rajoy transmitir la sensación de cambio aunque siga en sus puestos (o en otros distintos) gran parte de su anterior gabinete.

Mañana, en todo caso, tendremos las respuestas.

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