"No soy ningún delincuente", se defiende el líder indígena

MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

El Gobierno de la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha anunciado este miércoles que denunciará al antiguo mandatario Evo Morales ante instancias internacionales por crímenes de lesa humanidad, tras revelar un audio en el que alentaría las protestas desde México, donde está exiliado.

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, ha comparecido para informar de que el Gobierno ha tenido acceso a una conversación telefónica entre Morales y un dirigente del trópico de Cochabamba, Faustino Yucra, que se habría producido hace tres días.

La voz atribuida a Morales insta a Yucra a dar "dura batalla a los fascistas y racistas". "Va a ser hora de combate, combate, combate (...) Con el pueblo alteño y otros sectores, vamos a derrotarlos", sostiene.

En concreto, le ordena que hagan "cercos de verdad" de modo que "no entre comida a las ciudades". Además, le explica que, para que la gente no se "canse" los organice en grupos que se vayan rotando "cada 24 horas". "Hay bloqueo hasta ganar, hermano", le indica.

"Ahora estamos viviendo en dictadura y así es la dictadura. Algunos no entienden (...) pero ahora van a ver cómo se vive en la dictadura con golpe de Estado", avisa.

Asimismo, le revela que, si la Asamblea Legislativa rechaza su carta de dimisión, manteniéndolo así en la Presidencia, intentará volver a Bolivia "como sea". "Aunque me detengan", apostilla.

Murillo ha aseverado que es la voz del líder indígena. "Ese es Evo Morales, mientras la gente se está matando (...) entre ellos, él está ordenando que no entre comida y que estrangulen las ciudades (...) Lo único que quiere es poder y matar", ha recalcado.

El ministro de Gobierno ha declarado que él mismo está "sorprendido" porque "los bolivianos creyeron en él --el 70 por ciento de los bolivianos votaron por él-- y hoy día ordena matar a su pueblo de hambre".

No obstante, ha aclarado que el Gobierno de Áñez no permitirá que Morales lleve a cabo esta supuesta estrategia, por lo que ha anunciado una "demanda internacional". Morales "ordena que no entre comida a las ciudades" y "eso es un crimen de lesa humanidad", ha apuntado.

"NO SOY NINGÚN DELINCUENTE"

Morales ha contestado a Murillo durante una rueda de prensa en México. "No soy ningún delincuente", ha zanjado, esgrimiendo que si le procesan será por "una decisión netamente política".

A este respecto, ha alertado de que, "por Constitución, a un presidente o ex presidente solo lo pueden procesar mediante un juicio de responsabilidad", por lo que cualquier otra vía sería inconstitucional.

Sobre la conversación telefónica, ha explicado que algunos dirigentes sindicales, campesinos e indígenas, le llaman "incluso llorando" para que "vuelva" o para pedirle consejo.

"Yo soy dirigente sindical y para tomar decisiones, sean marchas, cortes de caminos o huelgas de hambre, se hace en reuniones pero ¿qué reunión puedo hacer desde aquí?", ha planteado.

En su opinión, "son acusaciones para decir que Evo está agitando", frente a lo que ha ratificado su apoyo a "los elementos sociales movilizados contra el golpe de Estado". "Movilización pacífica", ha matizado.

Morales ha insistido en que "esta lucha es de ricos y pobres". "Nuestro mayor delito es haber nacionalizado los recursos naturales" de los que se quieren adueñar "algunos gobiernos", ha incidido.

Como solución, ha reiterado su 'placet' a la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales y que no concurrirá si así se decide, si bien ha reclamado "una comisión de la verdad" sobre los comicios del 20 de octubre con "organismos internacionales, Naciones Unidas y el Papa".

También ha expresado su deseo de regresar a Bolivia "lo más antes posible", argumentando que puede "aportar" a la solución de la crisis. "Conozco a mis compañeros de los sectores movilizados", ha destacado.

Pero, para ello, ha exigido garantías de seguridad porque, según ha denunciado, "Estados Unidos no quiere que vuelva a Bolivia". Le están diciendo a "la derecha golpista, la derecha masacradora, que Evo no puede volver", ha contado. "¿Por qué tanto miedo a Evo?", ha cuestionado.

CRISIS BOLIVIANA

Morales dimitió el pasado 10 de noviembre después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) confirmara "irregularidades" en las elecciones presidenciales del 20 de octubre, cuyos resultados oficiales le concedían un cuarto mandato.

Días después llegó a México, donde se encuentra en calidad de asilado político. El antiguo inquilino del Palacio Quemado denuncia que ha sido víctima de un "golpe de Estado" y, en consecuencia, no reconoce a su sucesora interina, Jeanine Áñez.

En este mes de protestas, más de 20 personas han muerto y más de 700 han resultado heridas. La gran conflictividad en El Alto ha impedido abastecer de combustible La Paz, lo cual ha generado carestía de productos básicos, incluidos alimentos.

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