La alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, ha defendido este sábado la necesidad de lograr un gobierno tripartito en el Consistorio catalán, integrado por comunes, ERC y el PSC, con el objetivo de implantar la mayoría de izquierdas votada por los ciudadanos y superar la política de bloques que ha generado el 'procés'.
Tras lograr anoche el aval de sus bases para postularse como alcaldesa, Colau ha sido tajante y ha señalado: "No voy a ser el trofeo de un bando ni de otro. Ni la tierra a conquistar. Queremos el diálogo para superar esta política de vetos".
En su primera conferencia tras diez días alejada de los medios, Colau ha confirmado que presentará su candidatura a alcaldesa aunque no alcance ningún acuerdo ni con socialistas ni con Esquerra. Su decisión choca frontalmente con la propuesta de los socialistas que exigen un acuerdo previo de gobierno para darle sus votos en la investidura.
"Yo asumo el riesgo personalmente y mi formación también", ha anunciado Colau. La apuesta es "complicada" porque los comunes suman 10 concejales y necesita los ocho votos del PSC y al menos tres de los seis de Manuel Valls, el candidato apoyado por Ciudadanos.
La composición del Ayuntamiento de Barcelona está profundamente fragmentada: ERC ganó las elecciones con 10 concejales y los comunes fueron segundos con el mismo número de ediles , mientras que los socialistas suman ocho; Valls cuenta con seis; Junts per Catalunya, cinco y el PP, dos. Esquerra y PSC no dan ninguna viabilidad a ese ejecutivo de izquierdas.
La constitución del Ayuntamiento se realizará el próximo sábado día 15, justo el día después de que finalice el juicio del procés.