El 51% de los españoles se beneficiará desde este lunes de una relajación en su estado de confinamiento, al pasar los territorios en los que viven a la fase 1 del plan de transición hacia la 'nueva normalidad' diseñado por el Gobierno. Se han quedado fuera de este avance que permite suavizar las restricciones impuestas por el estado de alarma la Comunidad de Madrid y gran parte de Cataluña, Castilla y León y la Comunidad Valenciana, salvo ciertas áreas dentro de estos tres últimos territorios.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el doctor Fernando Simón, han comparecido en rueda de prensa conjunta en el Palacio de La Moncloa para informar acerca de las decisiones adoptadas con respecto a estos cambios de fase que, han defendido, se han tomado teniendo en cuenta exclusivamente criterios técnicos.
Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Extremadura, Murcia, Baleares; Canarias; Ceuta y Melilla pasan en su integridad a la fase 1, en la que se permitirán las reuniones de hasta un máximo de 10 personas, ya sea en domicilios particulares o en sentados en torno a una mesa de la terraza de un bar, cafetería o restaurante, a las que se autoriza abrir al 50 por ciento de su capacidad.
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El ministro de Sanidad comunica a la Comunidad de Madrid que no pasa a la fase 1La fase 1 permite también la apertura de los comercios minoristas con una superficie de hasta 400 metros cuadrados, sin cita previa, pero limitando su aforo al 30 por ciento; retomar las visitas a museos y bibliotecas y deja abrir a hoteles y otros establecimientos turísticos siempre y cuando mantengan cerradas las zonas comunes. Una orden que publicará este sábado el Boletín Oficial del Estado (BOE) detallará las actividades permitidas.
Se dejará en manos de las Comunidades Autónomas adaptar las franjas horarias que ordenan la práctica del ejercicio físico y los paseos de menores y mayores de edad en función de la meteorología de cada territorio, para que ciertos colectivos como los niños no estén forzados a salir exclusivamente en una franja horaria en la que ya aprieta el calor en lugares como Andalucía.
También pasarán a la fase 1 la mayoría de las provincias andaluzas, con la única excepción de Málaga y Granada; Cuenca y Guadalajara; en Cataluña, las regiones sanitarias de Pirineo-Aran (Lérida), Campo de Tarragona y Tierras del Ebro, en Castilla y León un total de un total de 16 Zonas Básicas de Salud y en la Comunidad Valenciana únicamente diez departamentos sanitarios repartidos en las tres provincias.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid, así como el grueso del territorio de Cataluña, las dos Castillas y la Comunidad Valenciana permanecerá en fase 0, si bien desde el lunes 11 podrán volver a proponer al Ministerio de Sanidad un cambio de fase, que el departamento que dirige Illa evaluará con sus técnicos y los de la Comunidad Autónoma a lo largo de la semana, de manera que, si se dieran las condiciones, el lunes 18 de mayo podrían entrar en fase 1.
LOS CRITERIOS
El doctor Simón ha resumido los principales criterios que se han tenido en cuenta para valorar qué territorios pasaban a fase 1 y cuáles no, precisando que dos de ellos son de obligado cumplimiento: disponer o tener acceso o capacidad de instalar en un plazo máximo de cinco días entre 1,5 y 2 camas de cuidados intensivos por cada 10.000 habitantes y entre 37 y 40 camas para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes, dos criterios --los únicos indicadores que llegaron a precisarse en una orden publicada en el BOE-- que cumplen todas las provincias.
Otro grupo de factores guarda relación con la transmisión de la enfermedad del Covid-19 e incluye entre otros el factor de reproducción (que mide el potencial de contagio del virus en función de a cuántas personas puede contagiar una misma persona), el número total de casos confirmados por prueba PCR (la más fiable) en los últimos 7 y 14 días y el número de casos sospechosos en los últimos 7 días tanto en atención primaria como en hospitales.
También se evalúan indicadores relacionados con la gravedad de la transmisión que llevarían a adoptar medidas drásticas, como son el número de hospitalizados en los últimos 7 días y el porcentaje de ocupación en hospitales, números de casos en UCIS y porcentaje de ocupación y el número de fallecidos y letalidad observada en últimos 7 días.
Junto a estos factores, se analiza la capacidad del sistema para reaccionar ante eventuales rebrotes a través de indicadores tales como la capacidad de la atención primaria para hacer un diagnóstico precoz a través de una prueba PCR a todos los pacientes sospechosos, lo que implica reforzar estos servicios de atención primaria. Este aspecto es el que incumplía la Comunidad de Madrid. Junto a una atención primaria reforzada, es preciso disponer de los recursos necesarios, tanto materiales como humanos, para hacer un seguimiento de los contactos de los sospechosos y un sistema de vigilancia para monitorizar todos los casos sospechosos y sus contactos. También se requieren protocolos para manejar posibles focos de contagios en centros sociosanitarios.
A la hora de decidir el progreso de fase, el ministro Illa y el doctor Simón han reconocido que se ha preferido pecar de prudencia y, cuando han surgido dudas, se ha optado por la cautela y dejar a ciertos territorios unos días más al menos en fase 0. "Esto no es una carrera", ha subrayado el ministro, que asegura que en todas las decisiones han pesado "los datos y los criterios". "No hemos entrado en otro tipo de consideraciones", ha abundado, rechazando entrar a valorar la manera en la que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en Madrid ha gestionado su propuesta, cambiando a última hora de parecer y solicitando pasar a fase 1 teniendo en cuenta la necesidad de reactivar cuanto antes la economía de la región, lo que motivó la dimisión de su directora de Salud Pública, Yolanda Fuentes, partidaria de permanecer en fase 0.
El doctor Simón ha recordado que las comunidades de Madrid y Cataluña concentran más del 50 por ciento de los casos de coronavirus en España, concentrados sobre todo en las dos grandes ciudades de Madrid y Barcelona, que por su densidad de población y su gran movilidad representan dos áreas muy particulares que no ha podido garantizar que vayan a estar en condiciones de pasar a la fase 1 dentro de una semana.